Policía durante el referéndum del 1-O

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PERMISO DE CINCO DÍAS

La Guardia Civil concede los primeros días libres a los agentes desplegados en Cataluña

Según la orden, miembros de diferentes unidades podrán disfrutar de un permiso para visitar a sus familiares, desde este 21 de octubre hasta el día 25 por la noche.

La Guardia Civil ha concedido los primeros permisos de cinco días a algunos de los agentes desplegados en Cataluña con motivo del referéndum del 1 de octubre suspendido por el Tribunal Constitucional. Según la orden, miembros de diferentes unidades podrán disfrutar de un permiso para visitar a sus familiares, desde este sábado (21 de octubre) hasta el día 25 por la noche.

Con motivo del 1-O, la Policía y la Guardia Civil han llevado a cabo un amplio despliegue para reforzar a estos cuerpos en Cataluña, de tal manera que actualmente prestan servicios en esta comunidad alrededor de 12.000 efectivos. Muchos de ellos llevan más de un mes en este despliegue, por lo que en numerosos casos han mostrado cansancio y su deseo de poder hacer un paréntesis, con el objeto de viajar hasta sus residencias habituales y visitar a sus familiares.

Los agentes en Cataluña: entre el cansancio, la incertidumbre y la obligación

Ninguno de los más de 10.000 agentes de la Policía y la Guardia Civil desplazados a Cataluña pone en duda la necesidad de su presencia ante la "complicada" situación, pero muchos reconocen el cansancio tras un mes fuera de casa, sin fecha de vuelta y sin que se les haya permitido, hasta ahora, ver a sus familias unos días. "Hemos cumplido con creces, sobre todo el 1-O con un trabajo muy complicado y muy delicado, pero no era mucho pedir que nos hubieran dejado ir a casa tres o cuatro días, un pasillo temporal factible y que no afectaría a la logística", resume un policía de las UIP alojado desde hace justo hoy un mes en el barco Rapsodia, uno de los dos atracados en Barcelona con policías y guardias civiles a bordo.

Más lejos, un agente del Instituto Armado comenta desde la provincia de Lleida el cansancio de los agentes tras 25 días o incluso un mes y medio ya fuera de casa en la mayoría de los casos "sin hacer nada", si bien no comparte algunas de las críticas que se han vertido contra las condiciones de su estancia. "Estamos cobrando más que si estuviéramos en Afganistán y allí se va para seis meses", dice este agente, una opinión que contrasta con la de otro compañero de cuerpo, alojado en un camarote compartido en el barco Piolín desde hace 25 días y quien no se muestra muy satisfecho con las condiciones económicas, ya que, según él, les adelantaron un dinero y ya no han recibido más.

Y lo peor -en eso coinciden todos los agentes consultados- es la incertidumbre de no saber cuándo van a volver a base. Además, lamentan que tengan que enterarse por los medios de comunicación de las prórrogas de su misión y que sus mandos se limiten a ponerles los servicios hasta una fecha determinada sin concretar si más allá de esa van a continuar o no.

Los más afectados por esta situación son los miembros de las unidades de intervención de ambos cuerpos -UIP y UPR de la Policía y GRS, GAR y USECIC de la Guardia Civil-, cuya función ahora se limita a la protección de edificios oficiales como la Delegación del Gobierno o los propios cuarteles y comisarías, una custodia que no precisa de tantos agentes.

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