La ONU reclama un alto el fuego

Publicidad

COMPITE CON TURQUÍA Y NUEVA ZELANDA

España votará para entrar en el Consejo de Seguridad de la ONU en 2015-2016

España afrontará una difícil votación en la Asamblea General de Naciones Unidas, cuyos 193 países decidirán si entra a formar parte del Consejo de Seguridad, el máximo órgano decisorio mundial en materia de paz y seguridad, en el periodo 2015-2016.La delegación turca, encabezada por su ministro de Exteriores, Mevlüt Çavusoglu, se muestra segura y optimista. Su jefe de la diplomacia ha dicho públicamente que su Gobierno espera salir elegido en la primera votación.

España echará el resto esta semana en Naciones Unidas en busca de los últimos votos a su candidatura para formar parte del Consejo de Seguridad  los próximos dos años, una de las máximas aspiraciones internacionales que puede tener un país.El ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, José Manuel García-Margallo, pondrá rumbo este domingo a Nueva York en un esfuerzo final por recabar apoyos frente a dos rivales difíciles, Turquía y Nueva Zelanda, ante quienes se enfrentará España en una votación que celebrará la Asamblea General de la ONU el 16 de octubre.

España considera que, por su peso en la ONU (es su sexto contribuyente mundial, incluyendo aportaciones obligatorias y voluntarias) le corresponde formar parte del Consejo de Seguridad como miembro no permanente al menos una vez cada 10 años. La última vez que estuvo en el máximo órgano decisorio mundial en materia de paz y seguridad fue en el marcado por la guerra de Irak.

Fiel a esa frecuencia, España presentó en 2005 su candidatura para una de las dos vacantes que quedarán libres en el periodo 2015-2016 para el grupo regional al que pertenecen los países europeos y otros Estados.Tendría silla asegurada si Turquía --que como otros países emergentes viene reclamando una representación mayor en la ONU-- no se hubiera postulado en 2011, apenas un año después de haber formado parte del Consejo de Seguridad en el bienio 2009-2010.

El equipo del ministro ha reconocido desde el primer momento que la campaña se presentaba particularmente difícil frente a dos rivales fuertes como son Turquía y Nueva Zelanda. Aunque es difícil hacer pronósticos, pues el voto en la elección del día 16 es secreto, son varios los diplomáticos y analistas consultados por Europa Press que dan por segura la entrada de Nueva Zelanda en el Consejo de Seguridad.

Argumentan que Nueva Zelanda lleva 20 años sin entrar en el Consejo y que se trata de un país que apenas tiene contenciosos con otras naciones. De manera que la batalla se daría entre España y Turquía. Para resultar elegido se requiere una mayoría de dos tercios de los miembros presentes en la votación de la Asamblea General, esto es, son necesarios al menos 129 votos favorables de entre los 193 Estados miembros, en el caso de que todos los países participen en la votación.

El embajador ante la ONU de cada país miembro introducirá en la urna un solo sobre con sus dos votos. Si ninguno o solo uno de los contendientes obtiene la mayoría requerida de dos tercios, se pasará a una segunda ronda y sucesivas, hasta que los dos puestos vacantes sean ocupados por dos Estados con la mayoría necesaria.

España cuenta en principio con el apoyo de sus socios europeos, con la excepción de Suecia, que es candidata para el periodo 2017-2018 y España ha prometido votar a sus dos rivales, Italia y Países Bajos. Tampoco se cuenta con Reino Unido. Existe una norma no escrita según la cual los miembros permanentes del Consejo de Seguridad no anuncian el sentido de su voto para evitar influir al resto. Es seguro que Reino Unido votará por Nueva Zelanda y el Gobierno español no cree que Londres elija a España como su segunda opción debido al contencioso por Gibraltar.

España tiene en cambio el apoyo de la mayoría de países latinoamericanos, salvo Brasil, que no olvida cómo un candidato español, el exministro de Exteriores Miguel Angel Moratinos, se postuló a última hora para dirigir la FAO, enfrentándose con el brasileño José Graziano, quien ganó finalmente.
Además, Brasil y España mantienen posturas divergentes sobre la reforma de la ONU. Mientras el primero defiende el aumento del número de países permanentes en el Consejo de Seguridad, España se opone y aboga por ampliar el cupo de miembros no permanentes y su tiempo de presencia en ese órgano.

 

Publicidad