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QUERÍA VIAJAR A SIRIA O IRAK

Condenan a dos años de internamiento a una menor que quería integrarse en el IS

La menor ceutí, de quince años, fue captada a través de las redes sociales por una célula yihadista de adoctrinamiento. Tras la pena que le ha impuesto el Juzgado Central de Menores, pasará otros dos años en libertad bajo vigilancia.

El Juzgado Central de Menores de la Audiencia Nacional ha condenado hoy a dos años de internamiento en régimen cerrado a una menor ceutí de 15 años que quería viajar a Siria o Irak para integrarse en el Estado Islámico tras ser captada en las redes sociales por células yihadistas de adoctrinamiento.

La condena le ha sido impuesta por el juez central de menores de la Audiencia Nacional, José Luis Castro, al alcanzar un acuerdo de conformidad con la Fiscalía con la pena de dos años de internamiento y otros dos de libertad vigilada a cambio de que admitiera los hechos por los que estaba acusada y por los que ha estado nueve meses internada de forma preventiva en un centro de reforma.

Tras el cumplimiento de la pena que le ha sido impuesta, la menor deberá desarrollar tareas socieoeducativas, "sin perjuicio de que se pueda modificar la condena en base a su comportamiento", han informado hoy fuentes jurídicas.

Esta menor fue detenida en Melilla el pasado 2 de agosto junto a una joven melillense de 19 años, acusadas ambas de integración en banda terrorista. Ambas fueron las primeras mujeres detenidas en España dispuestas a sumarse a la yihad integradas en células del autodenominado Estado Islámico y fuentes de la investigación no recuerdan que haya precedentes en España de personas de tan corta edad captadas por terroristas yihadistas.

Al ser puestas a disposición judicial tres días después, la menor ingresó en un centro de internamiento para protegerla y alejarla de las ideas a las que había sido sometida, mientras que la joven mayor de edad, Fauzia Allal Mohamed, quien al parecer le dio alojamiento en su casa de Melilla, quedó en libertad provisional sin fianza por orden del juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz.

Durante su comparecencia ante la Fiscalía de Menores de la Audiencia Nacional, la menor reconoció que en dos o tres días iba a irse con otras tres jóvenes a Irak desde Nador (Marruecos) para incorporarse a misiones yihadistas y que ya había tenido contactos con un hombre a través de redes sociales en un proceso de captación y adoctrinamiento de unos cuatro meses, y que, con ese fin, se había alojado en la casa de su amiga en Melilla, la otra detenida.

Durante su declaración, la menor se mostró de acuerdo con el yihadismo y confirmó que fue captada por redes sociales como Whatsapp, Facebook y foros de internet y que incluso tenía un hombre como contacto. De hecho durante el proceso de captación, las dos jóvenes pasaron a vestir habitualmente el burka.

Aunque en un momento del proceso la menor quiso dejarlo, finalmente fue convencida incluso bajo amenazas, según ella misma declaró. Dio además los nombres de las otras tres chicas con las que iba a irse a Irak y al no poder ser identificadas en ese momento se abrió una investigación al respecto a cargo del juez Pedraz, que acordó mantenerla bajo secreto.

Las actuaciones que condujeron a la detención de las dos jóvenes comenzaron a partir de la denuncia de desaparición o posible secuestro presentada por los padres de la menor ceutí que, al igual que los de la otra arrestada, se mostraron muy preocupados con la situación que están sufriendo sus hijas en este proceso de captación que ellos desconocían.

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