El preso de ETA enfermo de cáncer sentado en el coche tras salir del Hospital Donostia

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RECURRE LA DECISIÓN DEL JUEZ DE VIGILANCIA PENITENCIARIA

Bolinaga rechaza ser reconocido por los forenses de la Audiencia Nacional

El etarra se niega al informe "detallado" sobre su actual estado de salud solicitado por el juez para contrastarlo con el del Hospital Donostia, que ratificaba el cáncer que padece es irreversible y no puede tratarse en prisión. La Fiscalía cree que no está en situación terminal.

El etarra Iosu Uribetxeberria Bolinaga se ha negado a ser reconocido por los forenses adscritos a la Audiencia Nacional para la elaboración de un nuevo informe sobre su estado de salud, tal y como acordó el pasado 19 de julio el juez de Vigilancia Penitenciaria de la Audiencia Nacional, José Luis Castro. La abogada de Bolinaga, Ainhoa Baglietto, ha recurrido así la decisión de Castro de que su cliente sea evaluado por dos forenses del Instituto de Medicina Legal de la Audiencia Nacional para la elaboración de un informe "detallado" sobre su actual estado de salud, según fuentes jurídicas.

La Fiscalía de la Audiencia Nacional pidió que dos oncólogos del Colegio de Médicos de Madrid elaboren un informe sobre la salud de Bolinaga que complete al encargado a los peritos del Institutos de Medicina Legal adscritos a la Audiencia. Esta decisión se tomó después de que el Hospital Donostia ratificara en un nuevo informe que el cáncer que padece es irreversible y no puede tratarse en prisión.

Hace casi once meses, el Juzgado de Vigilancia Penitenciaria de la Audiencia Nacional decretó la libertad condicional de Bolinaga por "razones humanitarias", y luego la Fiscalía solicitó una nueva evaluación de las circunstancias que concurrían en el enfermo, pues ya había sido objeto de un tratamiento por lo que habría que "recalcular" si se mantiene "el riesgo inminente" para su vida.

Bolinaga estaba en la cárcel cumpliendo condena, entre otros delitos, por el secuestro del funcionario de prisiones José Antonio Ortega Lara. Para la Fiscalía, que siempre se opuso a su puesta en libertad, se confirma que Bolinaga, "entonces y ahora", "ni era un enfermo en situación terminal, no se encontraba en riesgo inminente de muerte, ni estaba sujeto a un pronóstico de vida tan corto como el que se auguraba, ni la estancia en prisión constituía un peligro patente para su vida".

El fiscal calificaba por ello de "manifiestamente incongruentes" los informes emitidos por el Hospital Donostia en el lapso de casi un año -en agosto de 2012 y en julio de 2013-, de los que, a su juicio, se desprende "una llamativa falta de rigor en cuanto al análisis", además de "una evidente indefinición en cuanto al pronóstico vital" del etarra.

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