La sustitución de un profesional mayor de 50 años que ocupe un puesto directivo intermedio puede llegar a costar a las compañías entre 90.000 y 120.000 euros, según un estudio publicado hoy por la consultora de gestión de personas PeopleMatters.
El informe revela que estas cifras derivan de la aportación por la prestación contributiva de dos años y que incluye la Seguridad Social y los costes por los subsidios de desempleo. PeopleMatters señala que "no sustituir a estos trabajadores supone una merma de la competitividad de la compañía", y buscar y formar a otro trabajador hasta que alcance un nivel de productividad similar podría aumentar el coste en 20.000 euros.
Para la consultora, a pesar de que los mayores de 50 años suelen destacar por la fiabilidad, el menor absentismo y la lealtad, estas razones no son suficientes para las empresas por el alto coste que supone mantenerles en plantilla. Además, asegura que estos despidos no sólo tienen consecuencias negativas para los empresarios, sino también para el Estado, que tendrá que dedicar cerca del 17 % del Producto Interior Bruto (PIB) en 30 años para cubrir este "coste social".
A este respecto, la consultora cree que el Gobierno debe legislar para conseguir un marco laboral más "flexiseguro", donde además de facilitar la salida de empleados se incentive la contratación, se compatibilicen pensión y salario y se elimine la jubilación como algo obligatorio.
Desde PeopleMatters también se afirma que las empresas deben poner en marcha acciones para mantener el nivel de desempeño y aprovechar los 12 años de vida profesional que todavía tienen los mayores de 55, algo que es "difícil" sin estímulos fiscales y flexibilización de los contratos de trabajo.
