Soraya Sáenz de Santamaría se refirió, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, a la huelga convocada por UGT y CCOO para el próximo 29 de marzo, que surge como protesta a la reforma laboral aprobada recientemente por el Gobierno.
"El jueves se sometío a convalidación la reforma laboral y tuvo un apoyo muy importante del Parlamento. No sólo del PP, sino de CiU, UPN y FAC. Estamos abiertos a medidas que sirvan para mejorar el texto", aseguró la vicepresidenta, que cerró la puerta a modificaciones que no pasen por el Congreso o el Senado.
"Son los ciudadanos los que valoran la actitud de unos y de otros"
Sobre la conveniencia de una huelga ante la situación económica española, Sáenz de Santamaría aseguró que "la posición del PP es la misma ahora que cuando estaba en la oposición". "En septiembre de 2010 dijimos que las huelgas no eran la solución y seguimos manteniendo el mismo criterio. Los ciudadanos valoran esfuerzos constructivos en estos momentos tan duros".
Así, su única respuesta a los sindicatos fue pedirles una mayor reflexión: "Les pedimos responsabilidad, pero respetamos sus derechos, son los ciudadanos los que valoran la actitud de unos y de otros".
En todo caso, negó que el éxito de la huelga pueda ejercer presión sobre el texto del Gobierno: "Es una refoma meditada y necesaria para cinco millones de parados. Analizaremos las enmiendas de los diferentes grupos si aportan y son buenas, pero no lo haremos porque haya una mayor o menor presión", resumió Sáenz de Santamaría.
La vicepresidenta aseveró que el Gobierno se ha reunido hasta en cinco ocasiones con los sindicatos para tratar de alcanzar acuerdos. De hecho, declaró que había otra cita fijada para el próximo lunes.
