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DATOS DEL MINISTERIO DE SANIDAD

Sólo cuatro de cada mil españoles ha hecho testamento vital

Sólo cuatro de cada mil españoles han registrado su testamento vital o documento de voluntades anticipadas para dejar por escrito cómo quieren ser tratados médicamente cuando llegue al final de sus días o se encuentren en situación de no ser capaces de expresarlo personalmente. Por comunidades autónomas son los catalanes, con un 7,73 por mil los que más utilizan el documento de voluntades anticipadas.

El documento, que en la ley estatal se llama "de instrucciones previas" y en las comunidades autónomas recibe nombres diversos, como "últimas voluntades", "manifestaciones anticipadas" o "testamento vital", sirve para que personas mayores de edad y en sus plenas facultades mentales pueda dejar por escrito instrucciones los cuidados y el tratamiento de su salud o, una vez llegado el fallecimiento, sobre el destino de su cuerpo o de sus órganos. 

El doctor especialista en Medicina Legal y Forense, Josep Arimany, ha explicado en un encuentro con periodistas que este documento "es un gran desconocido" para la población y también paragran parte los profesionales sanitarios, y ha defendido su utilidad y sus bondades. "Es una lástima que las administraciones no hagan más difusión y publicidad de este tema, que es un derecho de los pacientes y es un deber cumplirlo para los profesionales", ha dicho Arimany, que ha expuesto los últimos datos del registro de testamentos vitales del Ministerio de Sanidad.

Según datos del Registro Nacional de Instrucciones Previas del Ministerio de Sanidad, donde se registran todos los testamentos vitales, a octubre de 2015 un total de 192.976 españoles habíanescrito sus voluntades anticipadas, es decir, 4,13 por cada mil habitantes. Y son el doble de mujeres que de hombres los que han formalizado este documento, 111.686 mujeres y 68.008 hombres, la mayoría con edades superiores a los 51 años.

Por comunidades autónomas son los catalanes, con un 7,73 por mil los que más utilizan el documento de voluntades anticipadas -la comunidad catalana fue la pionera en implantarlo en el año 2000-, ylos extremeños, con sólo 1,26 por mil, son los que menos utilizan y conocen esta posibilidad. Estas cifras, según ha destacado Arimany, están muy lejos de países como Gran Bretaña, Finlandia, Dinamarca o Estados Unidos, donde entre un 40 y un 60 % de la población deja por escrito sus deseos para tratamientos médicos en su futuro.

 

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