El análisis está encabezado por el director de investigaciones de la escuela IESEG de Lille, Eric Dor que explica que las perdidas vendrían derivadas de préstamos bilaterales y a través del fondo de rescate europeo que los Estados miembros han ofrecido a Grecia, pero también de la deuda helena en manos del Banco Central Europeo (BCE).
En el caso de los préstamos bilaterales, vinculados al primer programa de rescate de Grecia, la exposición española es de 6.700 millones de euros, advierte Dor.
Mientras, en los articulados a través de mecanismos europeos como el Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (EFSF, en inglés) a España le correspondería una cuota del 12,75 % del total, según el estudio. En total, España podría tener que hacerse cargo de hasta 13.800 millones de euros por esa vía, a los que se sumarían otros 13.300 en TARGET2.
A esas cifras se añadirían hasta 5.700 millones que le corresponderían a España por el posible impago de bonos griegos en posesión del Banco Central Europeo (BCE) y el consiguiente reparto de esa carga entre los Estados miembros en caso de quiebra griega.
El estudio de Dor asume que, de producirse una salida griega de la moneda única, la nueva divisa helena estaría fuertemente depreciada y el país se vería abocado al impago de cualquier deuda soberana contraída previamente en euros.