Los mercados secundarios de deuda de la eurozona han vivido de nuevo en 2011 un año de extrema volatilidad y tensión que ha disparado el riesgo país de prácticamente todas las economías de la unión monetaria hasta niveles nunca vistos hasta ahora y que va a concluir con la prima de riesgo de España significativamente por debajo de la italiana, pese a elevar su valor en torno a un 32%.
El diferencial del bono español a diez años respecto a su homólogo a alemán comenzó 2011 en los 250 puntos básicos y cierra el año en torno a los 330 puntos básicos, después de doce meses marcados por una fuerte volatilidad y en los que ha llegado a superar la barrera de los 500 puntos básicos.
Los primeros meses de 2011 fueron los más tranquilos en los mercados secundarios de deuda para la prima española, que marcó su valor más bajo el 12 de abril, cuando descendió hasta los 171 puntos básicos, unos días después de que Portugal solicitará la ayuda de la Unión Europea (UE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Las tensiones en los mercados de deuda repuntaron de nuevo en el mes de julio ante la falta de respuestas convincentes por parte de los líderes europeos a la crisis de deuda soberana, mientras los mercados extendían su preocupación a Italia, a partir de entonces el principal foco de las presiones de los mercados.
Desde entonces el riesgo país de España comenzó una escalada que le llevó a alcanzar un máximo de 428,6 puntos básicos el viernes 5 de agosto, la misma jornada en la que el diferencial italiano llegó a superar por primera vez al español.
Las bolsas, lastradas por la crisis del euro
Por su parte, el principal indicador de la bolsa española, el Ibex 35, cierra 2011 con una caída acumulada del 13,11 %. El Ibex 35 ha terminado en 8.556,3 puntos, un año que ha estado lastrado por la crisis de la deuda soberana y que termina con temor a una nueva recesión y con la aprobación de un paquete de duras medidas de ajuste por parte del Gobierno.
Las principales bolsas europeas cerraron el año con importantes retrocesos, que superaron el 25 % en el caso de Milán, en un año marcado por la desconfianza hacia el futuro del euro y por la crisis de la deuda soberana.
La bolsa de Italia -uno de las grandes economías periféricas que más se ha acercado al rescate- fue la que más sufrió este año, con un retroceso del 25,2 en el indicador FTSE MIB de la bolsa de Milán, muy por encima del año anterior, cuando perdió un 13,2 %.
El índice CAC de la Bolsa de París cayó el 16,95 % en 2011, también más que el 2,2 % que cedió en 2010, y se llegó a especular con la pérdida de su triple A, la máxima calificación crediticia.
La crisis del mercado de deuda terminó salpicando también a la primera potencia europea, Alemania, y su principal indicador, el DAX, cerró el año con una caída del 14,69 %, en contraste con las ganancias del 16,1 % que se anotó el año pasado.
