El primer ministro portugués, Pedro Passos Coelho

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EL GOBIERNO SE FELICITA POR LOS LOGROS

Portugal cumple el rescate un año después de la victoria de la centroderecha

Portugal ha logrado cumplir las duras exigencias de su rescate financiero cuando se cumple hoy un año de la victoria electoral del centroderecha, que hizo del saneamiento de las finanzas nacionales su principal prioridad.

Portugal ha logrado cumplir las duras exigencias de su rescate financiero cuando se cumple hoy un año de la victoria electoral del centroderecha, que hizo del saneamiento de las finanzas nacionales su principal prioridad.

En las filas de la coalición conservadora que gobierna Portugal han proliferado en las últimas horas las muestras de satisfacción por el cumplimiento de las condiciones del rescate, encabezadas por el propio primer ministro, Pedro Passos Coelho, que considera un "éxito" el proceso de recuperación del país.

Desde la oposición, en cambio, todo son críticas y tanto los socialistas como las fuerzas de la izquierda marxista que completan el arco parlamentario acusan al Ejecutivo conservador y a la troika de llevar a Portugal a la pobreza y desatender el crecimiento y el empleo.

El último informe de la UE y el Fondo Monetario Internacional (FMI), responsables del programa de saneamiento, ratificó el lunes que el país se encuentra en el "buen camino" de la recuperación, aunque todavía afronta incertidumbres y no está claro que pueda volver a financiarse en el mercado el próximo año.

Portugal espera cerrar 2012 con una caída del PIB del 3 % y un desempleo superior al 15 %, el doble que hace tres años, aunque logra cumplir la reducción de su déficit fiscal, que debe bajar el año próximo al 3 %, menos de una tercera parte de lo que alcanzó en 2010, en el apogeo de la crisis.

El Partido Social Demócrata (PSD) de Passos Coelho ganó las elecciones anticipadas del 5 de junio de 2011 semanas después de que la UE y el FMI accedieron a conceder a Portugal 78.000 millones de euros para evitar su bancarrota.

El Gobierno del Partido Socialista que encabezaba José Sócrates desde 2005 había pedido el rescate tras el rechazo de los conservadores a su cuarto y último plan de ajustes económicos.

El PS registró una dura derrota en los comicios de junio, con un 28 % de los sufragios frente al 38,6 % del PSD y el 11,7 del aliado que garantizó la mayoría absoluta conservadora, el Centro Democrático Social-Partido Popular (CDS-PP).

La coalición lusa ha obtenido el aprobado de la UE y el FMI en las cuatro evaluaciones del programa de asistencia realizadas desde entonces. Sin embargo, no ha logrado el consenso de la oposición y los sindicatos, que han organizado dos huelgas generales contra el Ejecutivo conservador.

Las fuerzas de izquierda reprochan al Ejecutivo los recortes de sueldos y aumentos de impuestos al salario así como la reducción de los subsidios sociales y de los presupuestos de sanidad y educación en el marco de las severas medidas de austeridad aplicadas en el país.

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