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LA MUERTE SE MODERNIZA

Ataúdes biodegradables o testamentos digitales, los últimos inventos de las funerarias

Estas empresas ya no solo disponen de los clásicos servicios de féretros, flores y coches fúnebres, sino que ahora se adaptan a las nuevas tecnologías.

Las funerarias se reinventan. No sólo disponen de los clásicos servicios de féretros, flores y coches fúnebres, ahora se adaptan a las nuevas tecnologías con la huella digital, un servicio que recopila en un dispositivo de memoria USB toda la información en la web y legado 2.0 del difunto.

Los avances científicos tampoco pasan por alto en este sector. Consevar el material genético del difunto ya es posible. La extracción del ADN por cuestiones de prevención de enfermedades hereditarias y casos de paternidad son los más solicitados.

Morirse cuesta de media 3.000 euros. Dentro de este presupuesto se pueden incluir ataúdes en materiales biodegradables y trajes para el fallecido hechos con material ecológico. El negocio de la muerte también intenta respetar el medio ambiente.

El mercado de las pompas fúnebres se mantiene estable, facturando algunas más de 100 millones de euros al año. No sucede lo mismo con las floristerías, cada año son menos las flores que venden debido al servicio de incineración.

Hace cinco años sólo el 16% de los fallecidos eran incinerados, actualmente esta cifra se ha doblado hasta el 30%.

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