Fachada del Banco de España

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SEGÚN EL BANCO DE ESPAÑA

El PIB se modera hasta el 0,7%, pero se prevé que acabará 2016 repuntando al 3,2%

El Banco de España calcula que la economía creció un 0,7% entre julio y septiembre a un ritmo "ligeramente inferior al de los cuatro trimestres anteriores, pero mejora su previsión de crecimiento para 2016, que sitúa en el 3,2% del PIB, afirmando que la expansión de la economía continúa a pesar de la falta de Gobierno.

El Banco de España calcula que la economía española creció un 0,7 % entre julio y septiembre, un "ritmo ligeramente inferior" al de los cuatro trimestres precedentes (0,8 %), una vez más impulsada por la fortaleza del gasto de familias y empresas, pero con menor aportación del saldo exterior.

Según el informe trimestral de la economía española, publicado este jueves por la entidad supervisora, la continuidad de la trayectoria expansiva de la actividad se habría producido en un contexto de elevado crecimiento del empleo y condiciones financieras "muy favorables". Sin embargo, la aportación del comercio exterior habría sido menor a la observada en el periodo abril-junio, meses en los que las exportaciones mostraron un tono muy positivo, a pesar de la debilidad del entorno global.

En cuanto al empleo, habría continuado en el tercer trimestre su "notable dinamismo", con un avance intertrimestreal del 0,6 %. Además, según la información relativa a la evolución de la negociación colectiva hasta agosto, los salarios se habrían beneficiado de un incremento interanual del 1,1 %, tres décimas por encima del aumento observado en el conjunto de 2015. En este contexto, el consumo privado, según la entidad que dirige Luis María Linde, habría podido crecer un 0,9 %, tasa dos décimas superior a la observada en el trimestre precedente.

También la inversión residencial habría vuelto a mejorar entre julio y septiembre, con un crecimiento intertrimestral en el entorno del 1,2 %, tras el leve retroceso en el periodo abril-junio, y con un elevado dinamismo de los visados de obra nueva. El incremento de las ventas de viviendas, que continúa concentrándose en el segmento de las usadas, se observa tanto en las compras de ciudadanos extranjeros como en las adquisiciones por parte de residentes españoles, con una subida de precios de un 3,9 % interanual, 1,8 % respecto al trimestre anterior.

Asimismo, el turismo habría mantenido un tono de elevada fortaleza en el tercer trimestre, de acuerdo con los indicadores disponibles referidos hasta agosto, beneficiado por la redistribución de flujos turísticos relacionada con el recrudecimiento de la inestabilidad geopolítica en determinadas áreas geográficas.

Por el contrario, el tono expansivo de la actividad empresarial se habría moderado durante el tercer trimestre del año, con un avance del valor añadido de la economía de mercado algo inferior al registrado en el trimestre previo.

En cuanto a la rama de industria y energía, la información más reciente señalaría una ligera suavización en el dinamismo de la actividad de este sector en el tercer trimestre. Del mismo modo, a partir de la información disponible, referida únicamente al mes de julio, la contribución de la demanda exterior neta al crecimiento intertrimestral del PIB entre julio y septiembre habría sido menor que la observada en el segundo trimestre, en un contexto de mayor desaceleración de las exportaciones que de las importaciones.

Mejores previsiones para 2016

El Banco de España mejora su previsión de crecimiento para 2016, que sitúa en el 3,2 % del PIB, tres décimas más que la estimación del Ejecutivo (2,9 %) y afirma que la expansión de la economía continúa, aunque advierte del riesgo que supone la falta de Gobierno y la ausencia de políticas económicas. En el boletín del Banco de España publicado este jueves, la institución aumenta en 4 décimas su estimación de alza del PIB para 2016 y mantiene sus previsiones para 2017 y 2018, que cifra en el 2,3 % y en el 2,1 %, respectivamente.

Asimismo, prevé que se continúe creando empleo a tasas elevadas y que a finales de 2018 la tasa de paro se sitúe por debajo del 17 %. El Banco de España señala que la mejora de la economía en 2016 se explica por una mejora de la actividad, no prevista, en el segundo y tercer trimestre del año e insiste en que la expansión del PIB hasta 2018 viene determinada por la "pujanza" de la demanda nacional y porque el sector exterior ya no contribuirá de forma negativa a la actividad.

Sin embargo, incide en que existen riesgos externos e internos para la economía y destaca la ausencia de reformas importantes para frenar el déficit público y garantizar el cumplimiento de los objetivos marcados por Bruselas. En este sentido es tajante al advertir de que la dilación en el proceso de formación del Gobierno afecta a una serie de reformas que son necesarias para incrementar el crecimiento potencial de la economía y que "cualquier retraso en este sentido conlleva consecuencias adversas sobre la actividad".

"No cabe descartar que ese impacto negativo acabe produciéndose", afirma y recuerda que la provisionalidad del poder ejecutivo central está teniendo consecuencias sobre el proceso presupuestario, lo que también puede terminar afectando a la confianza de los agentes privados y, por tanto, a sus decisiones de consumo, inversión y contratación.

El Banco de España considera que la economía española ha mantenido una cierta inercia pero insiste en que, ante un escenario en ausencia de medidas fiscales y sin tener en cuenta la reforma del Impuesto de Sociedades, el déficit público superaría los objetivos acordados por Europa. Precisamente, señala que unas eventuales medidas adicionales de consolidación presupuestaria podrían llevar aparejado un cierto coste en términos de crecimiento a lo largo de los próximos dos años.

En cuanto a los riesgos externos, señala la peor evolución de las economías emergentes, la presencia de focos de tensión geopolítica que pueden afectar al comercio mundial y la salida del Reino Unido de la Unión Europea. Y es que para 2017 estima un menor crecimiento de las exportaciones vinculado al 'brexit', aunque afirma que el crecimiento del PIB se verá compensado por la mejora de la actividad este año y por una mayor relajación de las condiciones de financiación.

En cuanto al consumo privado, éste crecerá el 3,4 % este año y el 2 % y el 1,5 % los dos siguientes mientras que el consumo público ralentizará su alza hasta el 1 % en 2016 y el 0,8 % en 2017 y 2018. Sobre la inflación, los riesgos de desviación se estiman moderadamente a la baja y el Banco de España prevé que el IPC retroceda el 0,3 % en 2016 pero crezca en torno al 1,5 % y el 1,6 % en 2017 y 2018.

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