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CONFLICTO CON GIBRALTAR

Los pescadores españoles reivindican su derecho a faenar en las aguas que rodean Gibraltar

El nuevo gobierno de la Roca pretende impedir que los barcos de nuestro país sigan pescando como venían haciendo hasta el pasado mes de marzo. Las negociaciones para restablecer el acuerdo se han roto y la situación se ha vuelto insostenible para las más de 300 familias que viven de la pesca. El conflicto ya ha provocado varios incidentes entre la policía gibraltareña y la Guardia Civil.

Las autoridades de la Roca reivindican como suya la zona marítima que bordea el peñón, y tratan de imponer su control sobre ella. España no lo acepta porque en el Tratado de Utrech, con el que se acordó ceder Gibraltar a Gran Bretaña, se dice que "El Rey Católico, por sí y por sus herederos y sucesores, cede por este Tratado a la Corona de la Gran Bretaña la plena y entera propiedad de la ciudad y castillos de Gibraltar, juntamente con su puerto, defensas y fortalezas que le pertenecen", pero no dice nada de las aguas.

El nuevo gobierno de Gibraltar decidió poner fin, de forma unilateral, al acuerdo que desde 1999 mantenía con los pescadores españoles y que les permitía pescar a media milla con las artes que utilizan, todas ellas legales dentro del ámbito comunitario. Una comprometida situación para las más de 70 embarcaciones de Algeciras y de La Línea. La preocupación entre los pescadores crece cada día. A pesar de ello, muchos siguen trabajando incluso sabiendo que pueden ser detenidos. Por eso esperan más protección de la Guardia Civil. Por su parte, el Gobierno español asegura que los pescadores tienen todas las garantías, a la espera de que se encuentre una solución definitiva.

Por otro lado, la prensa gibraltareña afirma que España utiliza el Peñón para distraer la atención de los problemas económicos. Para 'The Gibraltar Chronicle', cabecera de referencia en la colonia británica, la cancelación del viaje de la Reina a Londres para celebrar este viernes con el resto de monarquías el 60 aniversario de la Coronación de Isabel II "tiene el saborcillo" de una maniobra de "distracción" ante los "enormes desafíos económicos" que tiene por delante el país.

La decisión, subraya el rotativo, no contribuye a "mejorar las relaciones" entre España y Gibraltar.'The Gibraltar Chronicle' considera "previsible y coherente" con la posición tradicional española una protesta ante la próxima visita del Príncipe Eduardo, hijo menor de Isabel II.
Sin embargo, la publicación asegura que tiene "poco sentido" relacionar la protesta de España con la ruptura de las negociaciones entre el Gobierno gibraltareño y pescadores gaditanos para que estos sigan faenando en las aguas que rodean la Roca.

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