Trabajadores en una oficina

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SEGÚN EL INFORME 'GLOBAL MOBILITY TRENDS SURVEY 2015'

El perfil del empleado expatriado es un hombre de mediana edad y con familia

Estados Unidos, Europa y Asia son las zonas de origen más habituales de los expatriados. Las oportunidades de expatriación se dan principalmente en áreas de trabajo relacionadas con la energía y en periodos largos de tiempo, generalmente entre dos y tres años.

Las personas que trabajan fuera de su país de origen cumplen, en su mayoría, con tres requisitos: son hombres (81%), de mediana edad (el 59% pertenece a la franja de edad de entre los 35 y los 54 años) y tienen familia (73%).

Asia, América Central y África subsahariana, donde más crecieron los expatriados

De acuerdo con los resultados de la encuesta, realizada a más de 2.700 expatriados pertenecientes a 156 países, la mayoría de ellos deja a sus familias en el país de origen por diversas razones siendo la principal el lugar de asignación que suele estar situado en mercados emergentes o en una ubicación remota, lo que condiciona a los expatriados para llevarse a su familia al país de asignación. De hecho, el 37% de los encuestados afirma que no se llevaría a sus hijos durante la expatriación. Estas son algunas de las conclusiones que se desprenden del informe 'Global Mobility Trends Survey 2015', realizado por Cigna y el Consejo Nacional de Comercio Exterior (NFTC).

Además, la tendencia global marca que las oportunidades de expatriación se dan principalmente en el sector de la energía (30%) y en proyectos con periodos largos de tiempo, generalmente de entre 2 y 3 años (35%). En cuanto a las razones para aceptar un proyecto de expatriación, el espíritu de aventura, el potencial para perfeccionar las propias habilidades y el atractivo de vivir en el extranjero se mantienen como los principales motivos.

Estados Unidos, Europa y Asia son las zonas de origen más habituales de los expatriados con 42%, 23% y 14%, respectivamente. Asia, América Central y África subsahariana son los continentes donde más crecieron los expatriados mientras que las zonas más desarrolladas como Europa, Oriente Medio y Norte de África fueron las que descendieron hasta el 19% y 16%, respectivamente.

Una diferencia clave a destacar en este informe, elaborado para comprender mejor cómo los empleados y sus familias experimentan, perciben y valoran los programas de expatriación, es que mientras en 2013 uno de cada cuatro encuestados aseguró que se marchaba al extranjero porque tenía que hacerlo, no porque realmente quisiera, en 2015 esta proporción se ha reducido en un 12,5%. Además, el número de empleados que ha estado en cinco o más asignaciones internacionales ha aumentado al 25% en comparación con el 18% de 2013.

Así, los resultados de la encuesta de 2015 demuestran que la movilidad global ya no es solo una obligación económica, sino que es un estilo de vida que evoluciona.

Los expatriados consideran que, en algunas ocasiones, el regreso a casa puede suponer un choque cultural. Sin embargo, el 57% reconoce no saber si el empleador realiza un seguimiento del expatriado una vez regresa al país de origen y el 23% declara que su empleador no realiza un seguimiento de los expatriados después de la repatriación. Es más, poco más de la mitad (54%) de los expatriados que respondieron a la encuesta dicen que su empleador tiene un programa de repatriación formal.

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