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EL GOBERNADOR DEL BANCO DE ESPAÑA

Luis María Linde, sobre la economía española: "La vía de consolidación no puede darse por cerrada"

El gobernador del Banco de España, Luis María Linde cree que la consolidación de la economía "no puede darse por cerrada" ni nuestro país ni en la zona euro. Por ello, insta a que se den nuevas fusiones para reducir el exceso de oficinas que soporta el sector bancario español. Linde ha explicado además que el volumen de la actividad bancaria, menor que antes de la crisis, y el peso de los créditos y activos morosos e improductivos están afectando a la generación de ingresos en las entidades.

El gobernador del Banco de España, Luis María Linde, opina que el sector bancario español todavía soporta un exceso de oficinas e insta a la banca a seguir reduciendo su número.

Además, asegura que "es evidente que la vía de consolidación no puede darse por cerrada" ni en nuestro país ni en la zona euro, por lo que insta a que se den nuevas fusiones. El supervisor bancario nacional cree que el stock de crédito se estabilizará en 2016.

Para Linde el gran reto del sistema financiero, continúa siendo la mejora de la rentabilidad, pero considera que las entidades españolas disponen de varias palancas para incrementarla. En concreto, el gobernador del Banco de España ha reiterado que los bancos del país tienen margen para llevar a cabo un mayor ajuste de sucursales y plantillas y que el sector aún debe concentrarse más vía fusiones y absorciones.

"Los niveles actuales de rentabilidad sobre recursos propios están por debajo del coste de capital", ha dicho el banquero central durante su intervención en el XI Encuentro del Sector Bancario organizado por IESE Business School y E&Y.

Linde ha explicado cómo hay dos factores que están afectando a la generación de ingresos en las entidades: el actual volumen de actividad bancaria, menor que antes de la crisis y que no está permitiendo compensar con un crecimiento de los volúmenes los bajos precios del crédito fruto de los bajos tipos de interés; y el peso que los créditos y activos morosos e improductivos tienen todavía sobre el balance de los bancos españoles, pese a haberse reducido en los últimos años.

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