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POSTURAS ENFRENTADAS DE PARÍS Y BERLÍN

Los líderes europeos apoyan el llamamiento de Rajoy para que el BCE intervenga

Tras reunirse con François Hollande, Mariano Rajoy viajará a Bruselas, a la cumbre informal de jefes de Estado y de Gobierno. Allí, va a defender que se solucionen los problemas de liquidez y se garantice la estabilidad financiera de la zona Euro.

Los líderes de la UE respaldarán muy probablemente en la cumbre que celebran este miércoles al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, en su llamamiento al Banco Central Europeo (BCE) para que intervenga en el mercado con el fin de reducir los costes de financiación de España y otros países como Italia.

El Consejo Europeo tiene previsto reclamar al termino de su reunión que se garantice la liquidez de las economías de la eurozona mientras los Estados miembros con problemas prosiguen con las reformas, según han informado fuentes diplomáticas.

Un mensaje que irá dirigido al BCE, la única institución que puede hacerlo, aunque los líderes europeos evitarán una petición más directa para salvaguardar su independencia.

Precisamente, el presidente del BCE, Mario Draghi, celebrará una teleconferencia a las 14:30 con los responsables de la Comisión, José Manuel Durao Barroso, el Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, y el presidente del Eurogrupo, Jean-Claude Juncker, para preparar la cumbre. Draghi se encuentra en Fráncfort pero viajará posteriormente a Bruselas para participar en la cena informal de líderes europeos.

Los jefes de Estado y de Gobierno esperan que el presidente del BCE sea receptivo a esta demanda, ya que su condición para proseguir sus intervenciones en el mercado era que los países con problemas pusieran en marcha los ajustes y reformas prometidos, según explican las fuentes consultadas.

Este es precisamente el argumento que esgrime el Gobierno español, que asegura que ya ha hecho todo lo que está en su mano frente a la crisis y ahora necesita el apoyo europeo para rebajar la prima de riesgo.

El BCE ha realizado dos inyecciones de liquidez a tres años a la banca, en diciembre y en febrero, que contribuyeron a estabilizar la eurozona, pero no ha dado señales de que habrá una tercera. Además, suspendió su programa de compra de deuda de los países con problemas hace 10 semanas.

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