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LLEVARON A LA QUIEBRA A LA ENTIDAD

Un juez obliga al Gobierno a readmitir o indemnizar a los exresponsables de Catalunya Caixa

Un juez ha obligado al Estado a que readmita o indemnice con más de un millón de euros a los exresponsables de Catalunya Caixa que llevaron a la quiebra a la entidad. El ministro Luis de Guindos respaldó la decisión del FROB de despedirles sin compensación.

Una sentencia de un juzgado de lo social de Barcelona establece que el expresidente de Catalunya Caixa Adolf Todó y el ex consejero delegado Jaume Masana deben ser readmitidos en sus cargos o bien ser indemnizados con 600.000 euros cada uno por despido improcedente.

Todó y Masana fueron despedidos sin derecho a indemnización en mayo de 2013 por el Fondo de Reestructuración Bancaria (FROB), que se hizo cargo de Catalunya Caixa, tras cinco años de gestión de la entidad financiera y de recibir 12.000 millones de euros para ser rescatada.

El titular del Juzgado de lo Social número ocho de Barcelona, Francisco Leal, estima así parcialmente la demanda promovida por los dos exdirectivos que denunciaron que se trataba de un caso de despido improcedente.

En la sentencia, el juez considera que no queda acreditado por parte de la entidad nacionalizada que los dos exdirectivos incurrieran en incumplimientos o dejación de sus funciones, como argumentaba el FROB para despedirlos sin derecho a indemnización.

En su opinión, las cartas de despido que presentó el FROB "carecen de hechos concretos y determinados que puedan reflejarse y recogerse directamente en el apartado de probanzas, estando repleta de comentarios genéricos que tampoco en acto de juicio son objeto de concreción".

En estas misivas, ambas idénticas, el FROB justificaba el "despido disciplinario" de ambos por "un incumplimiento grave y culpable de sus funciones".

En concreto, se les atribuye a los dos exdirectivos una actitud de "enfrentamiento y oposición reiterada a las decisiones, criterios y estrategias adoptadas en el banco", por parte del máximo accionista en 2012 y 2013, como era el FROB, hasta el punto de ejercer un papel de "oposición interna" y de "generar un clima de enfrentamiento y perturbación" en el seno de la entidad.

El FROB atribuía la actitud de Todó y Masana a su voluntad de "eludir" y "excusarse" de cualquier responsabilidad propia en la gestión de los últimos años al frente de la entidad financiera. Además, el titular de la entidad culpaba a ambos directivos de la "paralización de la gestión", lo que supone "una flagrante dejación de sus responsabilidades y funciones".

Entre otros reproches del FROB, destaca que los dos altos ejecutivos se presentaban ante los potenciales compradores de la entidad, en el primer proceso de intento de venta, con datos que incluían previsiones por pérdidas esperadas muy superiores a las conocidas por los órganos de gobierno del Banco.

El titular del juzgado de Barcelona afirma que la entidad bancaria no ha propuesto pruebas periciales que acrediten muchos de los hechos que imputan a Todó y a Masana, como son, por ejemplo, la dejadez en la negociación con los representantes de los trabajadores y haber encargado un informe innecesario a una consultora por 375.000 euros.

El juez no ve debidamente acreditado ninguno de estos puntos por lo que declara la "improcedencia de los despidos". Por otra parte, la actuación de Todó y Masana al frente de Catalunya Caixa ha llevado a un juzgado de instrucción de Barcelona a investigar la aprobación de sobresueldos a altos cargos en un momento en que la situación económica de la entidad ya era crítica.

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