Un ejemplo de un macroproyecto con inversiones que vienen del exterior se encuentra en Madrid Río. En esos terrenos, de 130.000 metros cuadrados, es donde se espera levantar un macrocomplejo comercial. El proyecto incluye en torno a 190 locales comerciales y de ocio, y se espera que pueda dar empleo a unas 2.000 personas. El dinero para este proyecto proviene de un multimillonario francés. El hombre que importó este modelo comercial americano en Europa, ahora vuelve a fijarse en la capital para construir.
Donde unos ven un solar vacío otros ven una oportunidad de negocio. Gracias a proyectos como éste el pasado año las inversiones extranjeras crecieron un 20%, pero especialmente aquellas que no buscan especular sino crear riqueza.
Antonio Fernández-Martos, Director General de Comercio Internacional e Inversiones, explica que la invesión productiva "ha aumentado un 10 en relación con 2014, es decir, que es un crecimiento sustancial".
Mientras la inversión cae en el resto de Europa, Madrid se ha convertido en la sexta ciudad del mundo más atractiva para el dinero que busca comprar inmuebles para crear "centros comerciales, oficinas, actividades logísticas, naves industriales, hoteles", según Mikel Echavarren, de IREA Consultores Inmibiliarios.
Es el caso del magnate chino Wang Janlin, que ya adquirió el Edificio España y ahora planea un complejo residencial y de ocio en una antigua zona de cuarteles en Madrid. Proyectos de los que se benefician también las grandes empresas constructoras de nuestro país.
Jaime Lamo de Espinosa, el Presidente de la Asociación Nacional de Constructores Independientes, declara que "las empresas españolas, en este sector, están altamente tecnificadas y la prueba es que están todas en el mundo entero llevando a cabo obras realmente espectaculares"
Los principales inversores son fondos americanos, británicos y alemanes que buscan una economía en crecimiento y unos precios que aún siguen siendo atractivos.
