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ALOJAMIENTOS PECULIARES PARA TURISTAS AVENTUREROS

Mi habitación de hotel está bajo tierra

La clasificación convencional por estrellas permite hacerse una idea de como es un hotel, pero algunos establecimientos escapan de cualquier catalogación. Dormir en minas bajo tierra o pasar la noche en el interior de un avión abandonado. Son algunos de los hoteles más raros del mundo.

Al este de Suecia, entre los pasadizos de una antigua mina de plata, encontramos dos sillas, velas y una cama. Pasar la noche bajo tierra y sin ver la luz del sol cuesta 440 euros. Éste y otros alojamientos diferentes están destinados a turistas poco tradicionales.

Una grúa y varios camiones trabajan a destajo en pleno centro de París y levantan al aire la mejor habitacón de hotel de la ciudad. Colocan un cubo de color verde encima de cualquier edificio y, entonces, todo queda listo para reservar. Tiene vistas a la torre Eiffel: es un hotel portátil que se traslada de azotea según el gusto del cliente.

Hasta se puede dormir entre barrotes. Bienvenidos al hotel Alcatraz: uniforme, menú a la carta y, eso sí, vigilancia 24 horas. También era una cárcel un edificio de Boston que hoy se ha convertido en un cinco estrellas. De su vestigio anterior sólo conserva las ventanas; tiene hasta suite o celda presidencial al precio de 5.000 euros.

Los amantes del cine también pueden realizar reservas 'especiales'. En un hotel de Londres disponen de suites tematizadas al estilo de James Bond o Alicia en el País de las Maravillas. Si le gustan los aviones, en Estocolmo cumplirá su sueño: dormir dentro de un Jumbo reformado. En cambio, si viaja con el tiempo justo, en el aeropuerto de Moscú podrá estirar las piernas en "cajas del sueño": cubículos lo suficientemente grandes como para estirarse, en medio de cualquier terminal.

Todo es posible en lo que a hoteles y hostales se refiere. Dormir en un ataúd, entre muros de hielo o rodeado de chocolate. Hay alojamientos en Amsterdam que tiran de ironía: se venden como el "mejor hotel sucio con el mayor número de bacterias por metro cuadrado". No garantizan la calidad de baño o cama, pero sí una habitación tirada de precio.

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