El ministro de Economía y Competitividad de España, Luis de Guindos, afirmó hoy que la reforma fiscal aumentará la renta disponible para los ciudadanos y favorecerá tanto el crecimiento como el empleo, a la vez que negó que su objetivo sea electoralista.
La reforma fiscal, que prevé aprobar el Gobierno hoy, "va a incrementar la renta que hay en los bolsillos de los españoles a partir de enero de 2015", aseguró De Guindos a su llegada a la reunión de ministros de Economía y Finanzas de la Unión Europea (UE), el Ecofin, a quienes presentará los detalles de la medida. Preguntado sobre si el Gobierno busca ganar votos con la reducción de impuestos incluida en la reforma, el ministro lo negó. "No, es una reforma que lo que busca es tener un sistema fiscal, tributario, más adecuado y que impulse el crecimiento a medio y largo plazo", dijo.
De Guindos también afirmó que la reforma reduce la carga impositiva sobre el trabajo y que el Gobierno ha estimado que tendrá un impacto "positivo tanto en términos del PIB, como en términos de crecimiento de empleo". "Reduce lo que se denomina la cuña fiscal sobre el trabajo, ahí es donde tiene un efecto que va a ser importante y relevante", recalcó. De Guindos consideró también que la reforma está en línea con las recomendaciones económicas de Bruselas y la zona del euro para España, y los objetivos de reducción del déficit público, que el país deberá situar por debajo del 3 % en 2016.
La reforma "es plenamente compatible con nuestra senda de reducción del déficit público, que es muy importante, es compatible con nuestros objetivos establecidos en el programa de estabilidad, e intenta establecer los incentivos adecuados a medio y largo plazo". Por otra parte, consideró que el mensaje que los ministros de Economía y Finanzas de la zona del euro, el Eurogrupo, trasmitieron este jueves "es que las reformas estructurales son vitales, es el camino a seguir, que Europa tiene que incrementar su potencial de crecimiento y la forma de hacerlo es a través de las reformas estructurales".
Se refirió también a las sugerencias que el Fondo Monetario Internacional (FMI) trasladó a los países del euro, en las que el organismo pidió más reformas estructurales y relajar los ajustes, así como medidas de estímulo al crecimiento con un programa de compra de activos y deuda soberana a gran escala por parte del BCE. De Guindos negó que el FMI haya pedido a la zona del euro un "cambio de rumbo" y consideró que las recomendaciones del organismo mantienen una "continuidad". "La política fiscal tiene que ser sensata y prudente y que hay que reducir también el endeudamiento público, pide reglas claras desde el punto de vista de cómo se mide la política fiscal... no veo un cambio de rumbo en absoluto", dijo.
