Grecia anunciará nuevas medidas de ajuste para garantizarse la recepción de una ayuda urgente de 8.000 millones de euros de la UE y el Fondo Monetario Internacional (FMI), sin la cual deberá suspender pagos en octubre.
Así lo ha confirmado el ministro de Finanzas, Evangelos Venizelos: "Estamos haciendo y haremos todo lo que sea necesario. No pondremos el destino del país en riesgo".
No obstante, Venizelos no ha adelantado en qué consistirán los nuevos ajustes. Aunque, según los medios griegos, las medidas incluirán más despidos en el sector público, recortes en las pensiones y salarios de los funcionarios, un aumento en el impuesto sobre el fuel para calefacción y una ampliación de la tasa inmobiliaria.
La mayor parte de estas iniciativas estaban ya previstas en el plan de ajuste pactado por Grecia con la UE y el FMI, pero su puesta en práctica se adelanta y se hará de forma inmediata.
"Chantajes a Grecia"
Venizelos ha dicho que Grecia está siendo "chantajeada" por los mercados y ha acusado a la UE de reaccionar a la crisis con excesiva lentitud. No obstante, el ministro de Finanzas griego también ha reconocido que "si no fuera por el control de la 'troika' (de la Comisión, el Banco Central Europeo y el FMI), habríamos descarrilado fiscalmente".