La mayoría de los empleados y de las oficinas procederán de Caja Madrid y de Bancaja, salvo algún caso puntual de alguna región que requiera un ajuste más profundo y que pueda afectar a más empleados y sucursales de alguna de las entidades restantes que integran el SIP.
Los sindicatos mayoritarios de las cajas, CC.OO y UGT, son partidarios de organizar una mesa general de diálogo y no una negociación individual de cada caja con sus representantes sindicales, aunque de momento sólo ha habido una toma de contacto con las entidades y la reorganización de la plantilla no ha comenzado.
Cerca de 3.400 despidos
En este sentido, CC.OO pidió que el proceso comience cuanto antes y reclamó a las entidades que ofrezcan cifras concretas antes del 15 de julio, fecha prevista para que los consejos de las entidades voten la fusión, y de modo que en septiembre, cuando se reúnan las asambleas, pueda estar cerrado.
Asimismo, resaltaron que es fundamental organizar no sólo las prejubilaciones, sino también las condiciones laborales de todos los empleados porque la situación genera incertidumbre e influye en el clima de trabajo. No obstante, los sindicatos subrayan que no contemplan ninguna otra vía que no sea la de la prejubilación, según informó UGT.
Este sindicato también resaltó la importancia de afrontar el proceso de forma adecuada para que las cajas más pequeñas no se sientan "absorbidas", y resaltaron que la integración debe aspirar a crear una única entidad de verdad.
Los presidentes de las siete cajas -Caja Madrid, Rodrigo Rato; Bancaja, José Luis Olivas; Caja Insular de Canarias, Juan Manuel Suárez del Toro; Caixa Laietana, Jaume Porter; Caja Avila, Agustín González; Caja Segovia, Atilano Soto; y Caja Rioja, Fernando Beltrán- firmaron el Protocolo de Integración para la formación de un SIP.
