Publicidad

Placas piezoeléctricas

Con la energía que genera nuestro cuerpo podemos encender una farola pública

Los saltos, las pisadas, incluso el baile generan energía suficiente para abastecer incluso a un pequeño pueblo. Suena paradójico que, a pesar de las últimas subidas en el recibo, la electricidad esté por los suelos.

Cuántas veces ha escuchado eso de: que cantidad de energía tienes en ese cuerpo y no la sabes aprovechar. Si quiere saberlo solo tiene que  saltar con mucha alegría y sobre unas placas piezoeléctricas, y será capaz de encender una pantalla gigante.

El objetivo de una campaña publicitaria era ofrecer partidos de fútbol en los lugares más recónditos de España y que mejor lugar que el Santiago Bernabue. La energía mecánica generada por los aficionados asistentes se volcó en una red y gracias a ello los habitantes de un pueblo ubicado a 50 kilómetros de Madrid pudieron ver el partido al mismo tiempo que en el estadio.....eso sí, cuando los ánimos bajaban en el Bernabeu....los del pueblo casi se quedaban a oscuras.

El mismo sistema ha sido puesto en marcha en una discoteca en Rotterdam. Sus clientes además de pasárselo bien, con sus saltos producen hasta un tercio de la electricidad que necesita el local. La pista de baile esta formada con placas piezoeléctricas.

Semáforos, poste de luz pública y alumbrado funcionan  en algunas ciudades con la energía mecánica que se produce en las autopistas, carreteras y vías de tren. Incluso, para poner en funcionamiento radares.

Ahora ya sabe que la energía que tiene en su cuerpo se puede medir y además compartir.

Publicidad