En un comunicado, la agencia justifica su decisión porque los indicadores de la calidad crediticia del país se están estabilizando debido a las reformas presupuestarias y estructurales, así como a las políticas de apoyo de la zona del euro.
La calidad crediticia de España, prosigue S&P, se está estabilizando, por lo que sus analistas consideran que la probabilidad de que la calificación que aplican a España "se mueva hacia arriba o hacia abajo" durante los dos próximos años se ha reducido en un 30 %.