El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, ha dicho este jueves que el Gobierno español ha actuado de "la peor manera posible" con el rescate de Bankia al "subestimar" inicialmente el problema, lo que se traducirá en un coste más alto, un error que a su juicio han cometido otros países como Bélgica con Dexia.
"Lo que muestran los casos de Dexia y Bankia es que, cuando nos enfrentamos con dramáticas necesidades de recapitalización, la reacción de los Gobiernos o de los supervisores nacionales es subestimar la importancia del problema, presentar una primera evaluación, después una segunda, una tercera, una cuarta", ha dicho Draghi en una comparecencia ante la comisión de Asuntos Económicos de la Eurocámara.
"Esa es la peor manera posible de hacer las cosas porque al final todo el mundo acaba haciendo lo correcto, pero al coste más alto posible", ha lamentado. "Pido a todos los Gobiernos que tengan esto en mente. Es mejor equivocarse por poner demasiado al principio que equivocarse por poner demasiado poco. Es mejor en la evaluación de las necesidades de capitalización de los bancos equivocarse en la banda alta y excederse en transparencia que quedarse corto y descubrirlo dolorosamente", ha insistido Draghi.
En opinión del presidente del BCE, la principal lección que cabe extraer de la crisis de Bankia es que "se necesita una mayor centralización de la supervisión bancaria".
El Gobierno busca apoyo internacional para calmart a los mercados
Desde Bruselas también ha hablado Olli Rehn, el Comisario de Asuntos Económicos."Qeremos evitar la desintegración de la eurozona, hacer que el euro sobreviva", afirma.
Para ese cometido se intensifica toda una ofensiva internacional y esta madrugada, Obama, Merkel, Monti y Hollande mantuvieron una videoconferencia a cuatro bandas.
Horas clave también para nuestra diplomacia económica en Berlín y Washington. Ayer por la tarde, el ministro de Economía, Luis de Guindos, se reunía con su homólogo alemán. y este jueves la vicepresidenta mantendrá un encuentro con el FMI y el Tesoro estadounidense. Ambos buscan apoyos para dar un giro al plan de austeridad de la Unión que hoy se somete a referendum en Irlanda.
