Controladores aéreos

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CIERRE DEL ESPACIO AÉREO

Los controladores aéreos piden archivar las causas pendientes por el caos aéreo de 2010

La Unión Sindical de Controladores Aéreos ha solicitado el archivo de la investigación contra los contraladores aéreos de Madrid. Las actuaciones sobre el supuesto abandono de sus puestos de trabajo de los controladores aún no ha sido juzgada.

La Unión Sindical de Controladores Aéreos (USCA) ha solicitado el archivo de la investigación sobre el supuesto abandono de sus puestos de trabajo durante el puente de la Constitución de 2010, lo que provocó, según defiende Aena, el cierre del espacio aéreo y del que se cumplen tres años.

En el escrito, el abogado del sindicato de USCA, José Antonio Choclán, pide el sobreseimiento de la causa y el archivo de las actuaciones aún pendientes contra los controladores aéreos de Madrid, por entender que "no hubo ningún plante" por parte del colectivo y que el cierre del espacio aéreo fue una decisión "unilateral" de AENA.

Un total de 19 juzgados de toda España, donde se han visto diferentes procedimientos judiciales contra los controladores aéreos, han desestimado la existencia de delito y han decretado el cierre de las diferentes causas abiertas. Actualmente, solo quedan pendientes de resolución las causas abiertas contra los controladores en Madrid, Baleares, Barcelona y Málaga.

Hay que recordar que la Audiencia Nacional rechazó en abril que AENA, dependiente del Ministerio de Fomento, la responsabilidad patrimonial del ente por el caos y el cierre del espacio aéreo que se produjo en el puente de la Constitución de 2010 por considerar que fue "una situación absolutamente imprevisible, grave, insuperable, irresistible a corto y medio plazo, y ajena a la planificación propia de cualquier empresa".

Así mismo el letrado de los controladores adjunta en su escrito un dictamen técnico psicológico del profesor y psicólogo Iñaki Piñuel, de 72 folios, sobre la situación que vivieron los controladores durante los días 3 y 4 de diciembre de 2010, en el que se argumenta que fueron "socialmente satanizados y convertidos en cabezas de turco". Además según este experto, a lo largo de varios meses, se lanzó una campaña mediática que alimentó la hostilidad hacia el colectivo, que transformó paulatinamente un conflicto laboral en un verdadero proceso de "estigmatización" del colectivo".

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