Unas 50.000 personas se han concentrado este jueves por las calles de Atenas en una marcha con la que se ha conmemorado el levantamiento estudiantil de 1973 y se ha protestado contra las medidas de austeridad. La Policía griega, que ha empleado gas lacrimógeno para dispersar a algunos grupos, ha detenido a decenas de personas.
Las miles de personas marcharon con tambores y al grito de "UE y FMI fuera" en la primera prueba para el nuevo Gobierno de unidad nacional que encabeza el primer ministro, Lucas Papademos, que deberá aplicar las duras medidas económicas contempladas en el rescate financiero al país. Aunque la Policía llegó a utilizar gases lacrimógenos y algunos manifestantes lanzaron cócteles molotov y piedras contra las barricadas policiales, las autoridades han destacado que la marcha de Atenas terminó disolviéndose sin incidentes graves.
Tesalónica, la segunda ciudad del país, también fue escenario de una protesta que, sin embargo, no alcanzó la magnitud de la de Atenas, que provocó cierres en centros educativos y negocios y modificaciones en los servicios de transporte. La marcha anual del 17 de noviembre conmemora el sangriento levantamiento estudiantil contra la Junta militar en 1973 pero a menudo se convierte en una excusa para las protestas contra el Gobierno.
Los sindicatos ya habían adelantado que usarían la marcha de este año para enviar una advertencia a Papademos, un exvidepresidente del Banco Central Europeo (BCE) sin ninguna experiencia política, para que dé marcha atrás en las políticas que han puesto a Grecia en "una espiral de muerte".
Por otro lado estudiantes y sindicatos de base han protestado en 60 ciudades italianas contra de la crisis y los recortes económicos y a favor del "derecho a la educación", en el mismo día en que el nuevo primer ministro, Mario Monti, se presentó al Senado para someter a su Gobierno a un voto de confianza.
La protesta de estudiantes y la huelga de sindicatos estaban planeadas desde hace tiempo en toda Italia. En las ciudades de Milán, Turín, Palermo y Roma los manifestantes se enfrentaron a las fuerzas del orden que les impedían continuar la marcha que, en el caso de Roma, intentó llegar al Senado, donde Monti exponía a los senadores su programa de Gobierno.
En la capital italiana, los estudiantes aplaudieron el fin del Gobierno de Silvio Berlusconi y de su ministra de Educación, María Stella Gelmini, pero aseguraron que no bajarán la guardia en la reclamación de sus derechos ante el nuevo Ejecutivo.
