La Consejería de Justicia de la Generalitat ha dejado de financiar los estudios universitarios para los internos de las prisiones catalanas al romper el convenio que tenían con la Universidad Nacional de Educación a Distancia (Uned) desde 1985, según han informado fuentes de la Consejería.
Una media de 60 reclusos se beneficiaban hasta la fecha de estos estudios; concretamente, unos veinte estaban realizando el curso preparatorio para acceder a la universidad, y los 40 restantes cursaban distintas carreras. Esta cifra de presos universitarios no llega al 1% del conjunto de la población penitenciaria que conforman 10.200 internos.
Del primer grupo de presos, el 40% aprobaba el curso, y los que estudiaban carreras lo superaban en un 45%, cuyas clases a distancia subvencionaba la Administración a través de un convenio con la Uned por valor de entre 70 y 80.000 euros al año, que ahora se ahorrarán.
Fuentes de la Consejería han indicado que la universidad "se ha mantenido hasta que se ha podido", por lo que a partir de ahora los presos que quieran hacer estudios universitarios tendrán que costear el precio, como el resto de la población. Justicia ha defendido que el modelo catalán de rehabilitación "no está en riesgo", y ha añadido que se mantendrán los otros programas de reinserción.