El divorcio entre el poder económico y la acción política, la quiebra de la clase media española, el comportamiento de los medios de comunicación frente a la crisis, los riesgos de las soberanías nacionales en la futura Constitución Europea y la evolución de las comunidades autónomas son algunas de las cuestiones que se analizan en el volumen. "Estamos ante un cambio de época", señala a Efe el director general de la Fundación Encuentro, Agustín Blanco, quien considera que "la situación histórica pide a voces una regeneración de la comunidad social, política y económica".
Blanco cree que urge negociar un nuevo consenso político por los principales partidos y promover un pacto social que tiene que ir más allá de una reforma de la Constitución y abrirse a las nuevas demandas de la sociedad. La crisis económica está teniendo profundos efectos a nivel social en España, por el aumento del desempleo, de la pobreza y de la desigualdad, según el informe. En 2013, por primera vez en la historia, el conjunto de los beneficios empresariales representaba un porcentaje mayor del Producto Interior Bruto (PIB) que las rentas salariales, continuando estas últimas con el descenso que han registrado en las últimas décadas.
Este proceso se ha visto acompañado por una política fiscal en la que el grueso de la recaudación ha recaído fundamentalmente sobre las rentas del trabajo y sobre las clases medias y bajas, frente a la menor aportación fiscal de las rentas empresariales y de las grandes fortunas, así como de un aumento del fraude fiscal. Las familias españolas se han empobrecido entre 2008 y 2012, puesto que la renta media por hogar ha disminuido en 3.270 euros, un 10,9 por ciento.
En este periodo, los que han experimentado una mayor caída de la renta son los hogares con niños dependientes, entre 542 y 3.738 euros, mientras que los que menos han sufrido la bajada de la renta son los unipersonales, donde ha aumentado en 93 euros. La renta disponible ha disminuido, sobre todo, en los grupos correspondientes a obreros y en los trabajos no manuales no cualificados, en tanto que los menos afectados por el descenso de renta son los hogares con miembros empresarios y las clases más altas.
El número de personas que estaba en situación de pobreza severa (con una renta media por persona de menos de 307 euros al mes) se ha duplicado en los años de crisis, ascendiendo a tres millones, destaca el análisis. "El problema no es sólo el aumento, sino el riesgo de consolidación de la exclusión social", por el aumento de los parados de larga duración (más de un año) y su incidencia en los grupos de edad de más de 50 años (de difícil reincorporación al mercado laboral).
El descenso de la capacidad económica de las familias, según el informe, ha supuesto un mayor esfuerzo para cubrir las necesidades básicas, sobre todo, las de vivienda; un menor acceso al ocio y la cultura y una menor cobertura de derechos básicos por parte de los servicios públicos en educación, sanidad y vivienda.
