El Tribunal de Cuentas lanza una alerta sobre la alta velocidad española. Advierte en su último informe de que no le salen las cuentas del AVE. El organismo dice que su modelo de financiación no es sostenible a largo plazo y pide al gobierno racionalidad en las inversiones. Recuerda que la deuda acumulada por estas infraestructuras suma ya 18 mil millones de euros. Un proyecto de 70.000 millones de inversión de los que aún quedan pendientes de ejecución 30.000.
El 21 de abril de 1992, el primer AVE, Madrid-Sevilla, levantaba el vuelo. A partir de ahí, llegaron una tras otra las inauguraciones. La alta velocidad ha ido sumando kilómetros hasta sumar 3.000. Y Fomento tiene previsto poner en servicio otros 1.000 este año y conseguir acercar una ciudades a otras.
De esta forma Renfe contará con una red ave de 4.000 kilómetros de longitud. Se consolidará como la segunda mayor del mundo, después de la de China. Pero todas estas obras tienen un precio, hasta ahora, más de 40.000 millones de euros.
Por eso, el informe del Tribunal de Cuentas pide limitar esas inversiones y hace una advertencia: o se cambia el modelo o la alta velocidad será insostenible a largo plazo. Y recomienda que Adif cobre más por el uso de vías.
El Gobierno ya ha revisado a la baja los proyectos en marcha para reducir la factura. Algunos expertos denuncian la falta de rentabilidad de las líneas. Pero la alta velocidad va ganando viajeros. 2014 fue todo un récord. Casi 30 millones en los trenes de larga distancia y AVE. Un máximo histórico.
La minisra de Fomento AnaPastor ha interpretado que "lo que refleja este informe es que efectivamente se necesitaba un cambio en la planificación de las infraestructuras ferroviarias".
