144 habitantes de Olvera emigran a Francia para trabajar

Once trabajadores de la construcción de Olvera (Cádiz) se han despedido de su pueblo para marcharse a Francia, donde se unirán a obreros de otras nacionalidades, en un viaje que hace sólo unos años, en pleno "boom inmobiliario", no se imaginaban que tendrían que hacer.

Pero es que desde que se acabó el ladrillo en la Costa del sol, muchos reconocen que no tienen otra salida y afrontan este viaje con ilusión. En Francia, trabajarán como alañiles durante al menos un año y cobrarán 2.000 euros al mes.

Aunque parecen hechos sacados de otros tiempos, lo cierto es que cada vez más parados cogen esta salida como única solución. La despedida es dura, pero afrontan este viaje con ilusión, porque tienen ganas de trabajar.

El primer teniente de alcalde de Olvera, José Luis del Río, busca desde hace tres años trabajo en Francia a los desempleados de su pueblo dentro de un programa que, hasta este año, se reducía al sector del campo y que este año, por primera vez, se ha extendido al sector de la construcción.

La crisis ha hecho que cada año más vecinos de Olvera se apunten a este programa de emigración a Francia. En el 2009 cuarenta personas se marcharon, en el 2010, lo hicieron 83 y este año lo harán un total de 144 trabajadores, en una iniciativa que también se ha extendido a otros pueblos vecinos de la sierra de Cádiz con altos índices de desempleo.

"En el 2008 la tasa de desempleo alcanzó el 30%, los concejales tenemos la presión del problema en la puerta, por eso, buscando como desesperados se nos ocurrió la idea. Cada año vamos un grupo del ayuntamiento a Francia y establecemos contactos con los empresarios franceses", explica el concejal de Olvera.