William Christenberry ocupa un lugar destacado en la historia reciente de la fotografía americana por su peculiar visión del paisaje tradicional del sur de los Estados Unidos. Está considerado uno de los pioneros de la fotografía en color.
Pero Christenberry es también un creador versátil que ha utilizado otros medios -pintura, dibujo, escultura o instalación- para fijar la memoria de un paisaje transitado y vivido por él a lo largo de su existencia.
La Fundación Mapfre ha presentado hoy la exposición 'William Christenberry. No son fotografías, son historias', que puede verse hasta el 24 de noviembre.
Christenberry construye un relato del sur estadounidense, desde y dentro del sur. Un relato parcial, sin duda, que hunde sus raíces en su infancia, sus memorias, sus experiencias, sus lecturas, sus ensoñaciones.
Un relato que nos habla de arquitecturas vernáculas y paisajes, pero que también bebe de la historia, de los lados más oscuros de esa historia norteamericanamarcada por una guerra fratricida, los desequilibrios económicos y los problemas raciales.
Christenberry se convierte así en un narrador esencial que se une a una tradición de creadores que desde otros ámbitos -la novela, la poesía y la fotografía- ha contribuido a conformar el imaginario del sur americano.
La muestra reúne más de 300 fotografías, en su mayoría 'vintage', realizadas entre 1961 y 2007, y diez esculturas.
Además, incluye la instalación artística 'The Klan Room', compuesta por más de 300 piezas entre dibujos, esculturas, fotografías y otros objetos del autor.Se presenta, además, una selección de su colección de anuncios y objetos publicitarios que ha ido reuniendo a lo largo de los años y que muestran su interés por la cultura popular.
