El autor tiene 33 años, localización itinerante pero casa en Utah, en Estados Unidos, y pasa incontables horas para crear cada una de sus piezas. De hecho, sus obras son tan realistas que engañan a la vista como si se tratara de una fotografía.

Peces, pinceles y cámaras, son las tres últimas series bajo el título de 'confrontación existencial'. Una de las más curiosas es un pez de colores que busca la interacción con su homólogo, una galletita salada con forma de pescado.