Una sensación maravillosa a 2.000 metros de altura

Desde los 2.000 metros sobre la sierra de Cantabria el paisaje sobrecoge. El globo está a merced del viento. En el cielo reina la única sensación de silencio absoluto.

"Cuando un globo aerostático está en el aire, nos convertimos en una partícula más del viento", comenta el instructor, "si el viento va a 130 km/h., nosotros también, si va a 100 km/h. entonces nosotros también".

20 globos aeroestáticos participan hasta el próximo lunes en el campeonato de aerostación de Aro. Una competición en que los pilotos nacionales e internacionales demuestran su pericia.

No se siente miedo ni mareos, los únicos enemigos de este deporte son el mal tiempo y los cables de alta tensión.

El España existen 90 licencias de piloto de aerostático y solo 5, pertenecen a mujeres. Desde arriba como en tierra firme, el aerostático es la manera más tranquila y relajada de surcar el cielo.