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MÁS DE 100 OBRAS DE COLECCIONES IMPERIALES

Kandinsky, Matisse y Rembrandt llegan al Museo del Prado

El Museo del Prado acoge, hasta el 25 de marzo, una exposición con las obras más representativas del Hermitage. Algunas de las obras maestras de Rembrandt, Caravaggio, Matisse, Kandinsky o Picasso viajan desde San Petersburgo para instalarse, temporalmente, en Madrid.

Emblema de la ciudad que el zar Pedro I quiso convertir en una mezcla de París y Amsterdam, el Hermitage es considerado como el mayor tesoro artístico de Rusia. Catalina la Grande, que gastó inmensas fortunas en llenar el que era su palacio, abre en el Prado este recorrido por 180 obras de colecciones imperiales. En breve muestra de arqueología y orfebrería, brilla la escena de batalla tallada hace 25 siglos por nómadas siberianos en un peine de oro. Sobrecoge tambien una insólita Magdalena penintente esculpida por el neoclásico italiano Antonio Canóva.

De sus pinturas de los siglos XVI y XVII, el Hermitage aporta apóstoles vistos por el Greco, sevillanos almorzando, de los años jóvenes de Velázquez, o el único Caravaggio expuesto en Rusia, un efebo tocando el laud. Dos de los treinta Rembrandt que posee el museo ruso dan paso en Madrid a una selección de impresionistas encabezados por "El juego de bolas" de Matisse y "El niño con fusta" de Renoir. "La bebedora de absenta" es uno de los cuatro de Picasso, traido del frio natal de Kandinsky y Malievich, que cierran la exposición, abierta cuatro meses, con su respectivos "El diluvio universal" y el famoso "Cuadrado negro".

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