Estatua de Sherlock Holmes en Baker Street

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125 ANIVERSARIO DE SU 'NACIMIENTO'

Los secretos menos 'elementales' de Sherlock Holmes

"Estudio en Escarlata" es la primera novela en la que aperece el más celebre detective de todos los tiempos. Sir Arthur Conan Doyle consiguió que se la publicaran en 1887. Pero en sus novelas pasan desapercibidos muchos detalles del personaje. Él es nuestro caso de investigación.

Más allá del "Elemental, quetido Watson", de sus múltiples manías y excentricidades y de sus prodigiosas dotes para la deducción, Sherlock Holmes es un personaje literario con múltiples facetas desconocidas para el gran público. Aunque el cine y la televisión han contribuido a construir una imagen del detective más famoso de todos los tiempos, lo cierto es que siempre se ha tratado de versiones no siempre muy fieles al retrato original con el que Sir Arthur Conan Doyle le alumbró en noviembre de 1887.

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Se cumplen 125 años de la publicación de la primera novela protagonizada por Holmes: "Estudio en Escarlata". A partir de ahí, otras 3 novelas y 56 relatos que nos sumergen en otras tantas aventuras, asesinatos, robos y misterios. Sin embargo, en este aniversario, le investigamos a él para descubrir algunos de sus secretos mejor guardados.

- Contra el aburrimiento, 'estimulantes': La adicción de Sherlock Holmes a ciertas drogas es más propia del cine y la televisión que de la literatura. En realidad, Conan Doyle sólo le retrata en dos ocasiones como consumidor de cocaína: en el relato "Escándalo en Bohemia" y, sobre todo, en su segunda novela, "El signo de los cuatro". El doctor Watson se recrea aquí describiendo cómo el detective se inyecta la droga para abstraerse del aburrimiento ante la falta de casos. Lo que sí es más notorio es su afición a fumar en pipa.

- Experto en poco, ignorante en lo demás: Resulta sorprendente comprobar la escasa cultura general del personaje, algo de lo que incluso él hace gala. "Que ignorase que la Tierra gira alrededor del Sol", como cuenta Watson en "Estudio en Escarlata", llama tanto la atención como la respuesta del propio detective: "Ahora que lo sé, intentaré olvidarlo". En su opinión, los datos inútiles no deben desplazar a los útiles de la mente humana.

- Tan famoso que su autor le asesinó: La popularidad que alcanzó el personaje literario superó con creces a la que nunca llegó a tener Conan Doyle. Además, los lectores le pedían más y más casos en The Strand Magazine (donde se publicaban los relatos), lo que le apartaba de escribir otros textos y novelas más 'serios'. Por eso, fruto de la envidia, el autor decidió asesinarle. Novelísticamente, claro, aunque haya quien crea que Holmes existió en realidad. Lo hizo en "El problema final" (1893) a manos del profesor Moriarty.

Tardó casi una década en resucitarle, fruto de la presión social (muchos se dieron de baja de la publicación). Fue en 1903 en "La aventura de la casa vacía", aunque ya antes retomó al detective con una aventura previa a su muerte en "El sabueso de los Basckerville" (1902).

- Nunca dijo: "Elemental, querido Watson": La frase como tal no aparece en ninguna de sus aventuras. Es cierto que utiliza frecuentemente ambas expresiones, pero nunca juntas.

- Misógino, o no tanto: Sherlock es brusco y arrogante con todos los personajes, incluso con el doctor Watson, quizá por eso de "dónde hay confianza...". Por eso, la relación del detective con las mujeres no debería parecer nada excepcional. Incluso se muestra especialmente cortés con ellas. Es especialmente interesante la relación con quien él llama 'La Mujer', Irene Adler, una rival tan bella como inteligente en "Escándalo en Bohemia".

- Sin Watson, ¿existiría Holmes?: El doctor es mucho más que su compañero de piso en el londinense 221B de Baker Street. Es su contacto con la realidad, su mejor apoyo, su mayor crítico, su amigo indispensable y, ante todo a ojos de los lectores, su narrador. Watson relata todas las aventuras con una sola excepción: "La aventura de la melena de león", en la que es el propio Holmes el que nos da cuenta del caso. Otros dos capítulos, "La aventura de la piedra de Mazarino" y "Su última reverencia", están contados en tercera persona.

- El violín, entre otras de sus excentricidades: Con más o menos aptitudes para la música, lo cierto es que a Holmes se le puede considerar un virtuoso de con su Stradivarius, según describe Watson, aunque no siempre el detective interprete las partituras más melodiosas. Genio del disfraz, experto en apicultura, sobresaliente boxeador a pesar de su complexión enjuta...

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