Publicidad

LA CERVEZA CHECA PILSEN

El secreto de la rubia más famosa del mundo

Por su ligereza, fue prescrita por los médicos al Papa León XIII para sus problemas estomacales. Su fórmula está encerrada en tres cajas fuertes.

Es la rubia más famosa del mundo, pero muy pocos conocen su secreto. Su fórmula está guardada bajo siete llaves en un pueblo, cerca de Praga, donde nació hace casi dos siglos la cerveza más popular: la Pilsen.

Fue un invento de Josef Groll, un visionario que innovando sobre métodos ancestrales, allá por 1839, creó la cerveza tal y como la conocemos hoy.

"Hasta entonces las cervezas eran con un poco más de poso, esta fue la primera cerveza que tiene el típico color dorado. Luego es una cerveza que está hecha a baja fermentación. Tiene triple cocción por malta y le ponen triple cantidad de lúpulo de Saaz, que es el lúpulo más caro y exquisito del mundo", explica Eduardo Cros, campeón de España de tiraje de cerveza.

Por su ligereza, fue prescrita por los médicos al Papa León XIII para sus problemas estomacales. El éxito fue tan rotundo desde sus inicios que, al igual que una famosa bebida refrescante, su fórmula está encerrada en tres cajas fuertes. 

"Una está aquí en Pilsen, la otra está en Praga y la tercera está en Londres, donde un instituto preserva la estabilidad genética de la mezcla", explica Pavel Prucha, maestro cervecero.

Famosa por poseer la tercera sinagoga más grande del mundo, esta ciudad vive de, por y para la cerveza. 

Algo que sorprende al llegar a Pilsen es el olor a Malta que inunda toda la ciudad. En esta localidad de apenas 100.000 habitantes se concentran las principales cerveceras del país y todo gracias a la calidad de sus aguas.

El faro señala el lugar donde se halla el manantial de aguas blandas con la que se elabora. La fermentación se produce en túneles, que los comunistas pensaron durante la guerra fría utilizar como refugios nucleares. 9 kilómetros de galerías, donde a una temperatura constante de 7 grados, se puede degustar la cerveza aún sin filtrar, tal y como la bebían nuestros ancestros.

Publicidad