Es el sueño de muchas adolescentes rusas, triunfar sobre la pasarela como ya lo han hecho sus compatriotas Natalia Vodianova o Anne Vyalitsyna.
Las aspirantes tienen entre ocho y 18 años. Su sueño es subirse a las pasarelas internacionales más reconocidas, como las de Milán, París o Nueva York.
Pero para ello tienen que pasar muchos filtros. El primero, casi va en su ADN, la altura, las facciones de la cara y la estructura ósea son las adecuadas. Se preparan a conciencia para introducirse en un mundo complejo pero gratificante para ellas.
Por sus rostro dulce, sus facciones infantiles pero por una mirada agresiva y seductora, Vodianova consiguió llegar al cielo de las modelos. Protagonizó inumerables portadas, trabajó para los modistos más insignes y después de tener tres hijos frenó su trayectoria como modelo para acercarse al mundo del cine. Su último papel destacado ha sido en la película Furia de Titanes.
Otra compatriota, Anne Vyalitsyna, chica Sport Illustrated, siempre lo tuvo claro, quería ser modelo. A los 15 años decidió ponerse a trabajar.
En menos de dos años Natasha Poly participó en 200 desfiles, entre ellos el de Victoria's Secret en 2005. Los nervios la traicionaron y perdió un tacón en pleno espectáculo. Salió airosa y desde entonces pertenece al selecto club de los 'ángeles de Victoria'.
Eugenia Volodina y Vlada Roslyakova, son dos modelos con nombres casi impronunciables que se han hecho un importante hueco en todas las pasarelas internacionales. Y es que el estilo ruso está de moda.
