Casi entrelazándose su inicio con el final de la Ofrenda, la Nit del Foc, el más multitudinario de los espectáculos pirotécnicos de las fiestas, ofrecerá en el antiguo cauce del Turia, entre los puentes de la Exposición y de las Flores, un "innovador" castillo de fuegos a partir de la una y media de la madrugada.
Tras un montaje de catorce horas, la empresa Ricardo Caballer (Ricasa) disparará los más de 4.500 kilos de artificios en una cita que supone cada año la culminación de los actos -matutinos, diurnos y nocturnos- marcados por la cultura de la pólvora y el estruendo.
En esta ocasión, Ricasa ofrecerá un espectáculo de más de veintidós minutos llenos de efectos de luz y color; tras los tres truenos iniciales, la pirotecnia intentará sorprender al público con carcasas con truenos en escala, "studattas" de rayos y un gran bombardeo.
A continuación habrá lentejuelas amarillas con punta multicolor combinadas en altura con carcasas de lentejuela blanca con punta roja que producen cambios de tonalidad, así como un novedoso juego de figuras geométricas se alternará con un conjunto de relámpagos que conjugarán espigas de rayos blancos en tierra y en altura. Tras sauces descolgantes y fases de globos y paracaídas, el desenlace durará más de dos minutos y medio con tres bombardeos y un final "completamente original" seguido de una "espectacular apoteosis de truenos".
Este castillo de fuegos artificiales podrá verse casi desde cualquier punto de la ciudad y dará la bienvenida al día de San José y a la cremà de los cerca de 760 monumentos repartidos por Valencia como bienvenida purificadora de la primavera.
Las calles de Valencia están tomadas por miles de personas que, bajo un calor primaveral, entre coloridos y sonoros desfiles festivos y ante un constante ruido de petardos, contemplan las pocas horas de vida que les quedan a las fallas y sufren, también, las huelgas del transporte público.
La cuarta jornada grande de las Fallas 2011 ha dejado por fin atrás el mal tiempo de los últimos días y eso se comprueba hasta en la playa de la Malvarrosa, donde cientos de personas aprovechan su amplio arenal para tomar el sol, comer una paella y, por supuesto, tirar petardos, la afición más extendida y consentida. Sin embargo, la movilidad obliga hoy al paseo -más o menos kilométrico, en función de qué falla se quiera contemplar- ante la convocatoria conjunta de una huelga de veinticuatro horas en los autobuses de la EMT y el metro. Las calles, muchas de ellas cortadas al tráfico por la instalación de las fallas, las carpas de las comisiones, los puestos de comida, los mercadillos y el desfile continuo de falleras que llevan sus claveles a la Virgen de los Desamparados en la segunda jornada de la multitudinaria Ofrenda floral a la patrona, se convierten hoy en un constante pasacalles de viandantes, muchos de ellos turistas que llegan en el nuevo AVE.
En ese tren, precisamente, ha viajado hoy el líder del PP, Mariano Rajoy, para disfrutar unas Fallas más de unas horas en una de las ciudades con mayor tirón electoral de su partido; su alcaldesa, Rita Barberá, y el president de la Generalitat, Francisco Camps -convaleciente de una hernia discal-, le han acompañado en su visita a la falla ganadora y en el balcón consistorial para presenciar la mascletà.
Esta tarde, unos 50.000 falleros se apoderan nuevamente del centro de la ciudad para encaminarse, con miles de ramos y canastillas de claveles rojos, blancos y rosas y al son ininterrumpido de las bandas de música, hacia la plaza de la Virgen.
En este popular enclave del centro histórico, junto a la Catedral y la Basílica en honor de la conocida como "Geperudeta", medio centenar de "vestidores" terminarán de confeccionar hasta la madrugada el manto florido de la patrona de Valencia, dedicado este año a los niños, y ante la novedosa mirada de un gran San José, patrón de estas fiestas.
