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ARTISTAS DE CIRCO

Papá, quiero ser contorsionista

Querían ser artistas de Circo y lo han conseguido. Un grupo de jóvenes se han convertido en trapecistas y contorsionistas. Están a punto de presentar su primer espectáculo con público. Les hemos acompañado en los ensayos.

'Me llamo Anaelle Molinario y soy contorsionista', se presenta una de las jóvenes artistas. Los otros dos son Quin Girón e Ian Vázquez, especialistas en verticales y arcos chinos.

Quizás no son las profesiones que tienen más salidas laborales pero sí las que más cotizan en la bolsa de los sueños. "Yo acabé los estudios y ahí vi que yo no podía estar en una fábrica haciendo algo que no me gustaba", afirma Quim. Y a los 17 años, éste le dijo a sus padres que quería vivir bajo una carpa. No había antecedentes circenses en su familia.

Como tampoco los encontramos en los de Ian. Su especialidad son los aros chinos. "El circo es un mundo muy duro, muy sacrificado" , dice Ian Vázquez. "El mundo del circo, los artistas, siempre hemos vivido en una tremenda inseguridad. Ahora lo que queda por decir al resto de la sociedad es bienvenidos a esta inseguridad", dice Emilio Goyanes, director del espectáculo.

Anaelle se pasa ocho horas al día hecha un lío, entrenando para lograr su cuerpo de goma. "Comencé un día por casualidad. Hace cuatro años me encontré con una artista que me lo enseñó", dice la artista. Pero, a pesar de todo, se consideran privilegiados. Son de los pocos que pueden "disfrutar con mi trabajo y eso es importante".

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