Publicidad

SABINA, EL ÚLTIMO CASO

Pánico escénico, el miedo que padecen muchos artistas

Se trata de una ansiedad incontrolable producida por "la amenaza de que surja un resultado negativo, no deseado, de quedar mal ante el público".

Joaquín Sabina ha protagonizado el último caso de pánico escénico al finalizar su concierto en el Palacio de los Deportes de Madrid media hora antes de lo esperado. "Me acaba de pasar, llegando a cosas feas, un Pastora Soler. Lo lamento mucho".

Sabina citaba a Pastora Soler al justificar su abandono del escenario. La cantante sevillana había sido el último caso de "miedo escénico", un mal que afecta a muchos otros artistas.

Antes de su actuación en los Oscar el año pasado, Adele tuvo que recurrir a la hipnosis para calmar su pánico escénico. Un miedo que ya le hizo perderse unos Grammys. Ese mismo miedo aparecía en la vida de Pastora Soler hace unos meses cuando se desmayaba en plena actuación.

Tras 25 años en la música, Alejandro Sanz reconoce seguir poniéndose muy nervioso antes de subir a un escenario. Lo mismo que le pasaba a Scarlet Johanson, ganadora de varios premios, que no se ha atrevido a hacer teatro hasta hace poco.

Esta ansiedad incontrolable producida por "la amenaza de que surja un resultado negativo, no deseado, de quedar mal ante el público" la padecen cantantes, deportistas, o gente anónima. Personas en general perfeccionistas que optan por utilizar téncicas de relajación para combatir ese pánico.

Los expertos recomiendan "entrenar nuestra conducta y aprender a relativizar lo que nos ocurre en un escenario, o fuera de él".

 

Publicidad