Publicidad

FIN DE SU GIRA EUROPEA

Miles de canarios bailan al ritmo de Juan Luis Guerra

"A son de Guerra 2012" es el nombre de la gira con la que el artista dominicano ha llegado al archipiélago canario. Tras actuar en Gran Canaria, ante unas ocho mil personas, lleva a Tenerife sus bachatas, merengues, boleros y mucha salsa.

El cantante dominicano Juan Luis Guerra no ha defraudado en uno de los dos conciertos previstos en España, que ha incluido dentro de su gira "A son de Guerra". En Gran Canaria ha hecho bailar este jueves a más de 10.000 asistentes, y se espera el mismo éxito este viernes en Tenerife.

Acompañado de su banda 4.40, Juan Luis Guerra hacía su aparición en el escenario pasadas las diez de la noche para llenar de bachatas, salsa, merengues y otros ritmos caribeños el Estadio de Gran Canaria. "La Trevesía" sería el tema con el que empezaría el concierto el cantante dominicano que acaba su gira por Europa en Canarias, tras haber visitado otros países europeos como Suiza, Bélgica o Italia, entre otros.

Vestido con pantalón negro, camiseta blanca, chaqueta beige y su habitual boina negra, tras interpretar su primer tema, se dirigió a los asistentes para mostrar su agradecimiento por acudir al concierto. "Un gran placer estar con ustedes, gracias por venir, y espero que lo pasemos bien esta noche", saludó Guerra, antes de interpretar uno de sus clásicos "Bilirrubina", que fue coreografiado y cantado por gran parte de los asistentes.

"La llave de mi corazón" daría la bienvenida a la primera canción romántica "Bachata Rosa", que se acompañó de un juego de luces del mismo color, que hicieron el momento aún más mágico si cabe. Un paseo por su repertorio salsero, canciones de su nuevo disco "Colección Cristiana" como "En el cielo no hay hospital" intercaladas con sus temas más conocidos como "Mi bendición".

"El costo de la Vida","Visa para un sueño" o "Bachata en Fukuoka" animaron a un público que le acompañó durante más de hora y media en su primer concierto en España. Y es que bajo una noche agradable que desprendía algunas gotas de lluvias dispersas de vez en cuando el artista dejó espacio para que los canarios pudiesen disfrutar de su banda, que fueron demostrando sus dotes instrumentales en un sólo de percusión.

Tras una primera despedida y al ser llamado por el público con el clásico "pío, pío", Guerra volvió a subir al escenario para interpretar "Pedir mi mano". Tras este tema agradeció en su nombre y en el de la banda "a este magnífico público", para a continuación arrancarse con un popurrí de sus temas más conocidos y acabar antes de la medianoche con su concierto de Gran Canaria con "Ojalá café" a petición popular que coreaba al unísono "que llueva, que llueva".

Publicidad