Cuatro años después de su último desfile de alta costura, Valentino se reivindica en Londres como uno de los grandes maestros artesanos de la moda con una retrospectiva que reúne 137 creaciones que respiran feminidad y elegancia. "Valentino: Maestro de la Alta Costura", presentada a la prensa con la asistencia del propio diseñador, de 80 años. La muestra celebra el medio siglo que ha dedicado a crear unos trajes que conquistaron a mujeres como Jackie Kennedy Onassis, Grace Kelly o Audrey Hepburn, y que son un imán en las alfombras rojas.
Reúne 137 creaciones del modisto
Medio siglo de trayectoria
Entre los vestidos expuestos, uno de tafetán rojo utilizado por Anne Hathaway en los Oscar del pasado año, y un vestido de noche en organza color crema que llevó Audrey Hepburn. Su favorito, sin embargo, es el que diseñó para la boda de Jackeline Kennedy con Aristóteles Onassis. También podemos ver en la exposición el vestido de terciopelo negro que Julia Roberts llevó puesto cuando ganó su Oscar a la mejor actriz en el año 2001.
Abierta hasta el 3 de marzo de 2013
Todos ellos son vestidos de fiesta confeccionados a mano por las conocidas como "le ragazze", las costureras del taller de Valentino Garavani en Roma, unos trajes que se exhiben a lo largo de una pasarela de 60 metros en el museo londinense Somerset House como si de un desfile de alta costura se tratase.
Destaca la calidad de la artesanía en cada traje
Entre los más destacados está un vestido elegido por la cantante Jennifer López para la ceremonia de los Óscar de 2003. Otra de las joyas de la muestra es el traje con el que la actriz estadounidense Julia Roberts recogió su Óscar a la mejor actriz en 2001 por su papel de madre soltera en "Erin Brockovich", un diseño que ya forma parte de la memoria de las alfombras rojas. Las estrellas de Hollywood no dudan en enfundarse en un traje de alta costura de este modisto italiano para asistir a los premios más importantes del cine, como Anne Hathaway en 2011, cuando se decidió por un alta costura color "rojo Valentino", presente también en la exhibición.
Homenaje a sus 'raggaze'
Una de las inconfundibles señas de identidad del diseñador es la artesanía que esconde en cada uno de sus trajes. Una labor para la que el modisto italiano siempre contó con las metódicas manos de "le raggaze", homenajeadas en la muestra con un vídeo en el que crean con aguja e hilo increíbles formas y volúmenes en el taller de Roma.
Brilla también con luz propia el traje de novia de Marie-Chantal Miller en su boda con Pablo de Grecia en 1995, expuesto en solitario. Para su confección, se necesitaron cuatro meses de trabajo y 25 costureras, que elaboraron un traje único de seda color marfil con incrustaciones de perlas, doce tipos de encaje distintos y una cola de cuatro metros y medio.
