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EL HUMORISTA PUBLICA SU SEXTA OBRA

A Luis Piedrahita este siglo se le está haciendo largo en su nuevo libro

El humorista, monologuista y escritor Luis Piedrahita publica su sexto libro 'A mí este siglo se me está haciendo largo', un conunto de reflexiones en clave de humor en el que repasa objetos y lugares comunes que no han sabido evolucionar al paso del tiempo. La publicación recoge un conjunto de monólogos hilarantes de temas cotidianos y de actualidad con el toque del coronado como 'rey de las pequeñas cosas'.

Al monologista y cómico Luis Piedrahita este siglo se le está haciendo largo. O por lo menos así titula su nuevo libro 'A mí este siglo se me está haciendo largo'. Un compendio de reflexiones cargadas de buen humor en el que el gallego vuelve a extraer el valor de las pequeñas cosas. Piedrahita escribe sobre las salas de espera, el queso, las rotondas, las herencias, los trapos, las tapas de los retretes, la nevera, el estornudo o las esponjas. Sobre aquellas cosas que a juicio del autor demuestran que este siglo ha empezado a equivocarse y se está haciendo demasiado largo.

Nuevo libro de Luis Piedrahita.



Piedrahita emprende un viaje hacia la risa deteniéndose a observar las pequeñas cosas que se encuentran en la ciudad, en el salón de nuestra casa o se acumulan en el despacho de trabajo. El libro se divide en cinco epígrafes bajo los que se agrupan los diferentes objetos que se van revitalizando con el prisma del humor y que suele localizarse: por la ciudad, en el despacho, en la casa, temas de comida y en la condición humana. Los textos rozan en ocasiones la poesía.

"Las alarmas pueden dispararse por muchos motivos, por ejemplo porque sí. Ése es el motivo más frecuente. El segundo es la caída de meteoritos o invasiones de Godzilla, en cuyo caso el hecho de que te roben el coche es un problema menor. Sólo el 1% de las alarmas corresponden a coches que están siendo robados. Si oyes una, es mucho más acertado bajarse al refugio nuclear que ir a ver qué le pasa al coche".

Sobre lo que suele encontrarse en un despacho Piedrahita hace la siguiente reflexión: "Durante la infancia hacemos firmas con ornamiento. Si eres niña, pones un corazón encima de la i, una flor,una mariposa... Si eres niño, pones una bandera a una carita; y si te gusta el fútbol, un balón... Se han dado casos de países con jóvenes dictadores que firman sentencias de muerte con una carita sonriente. Para un niño es muy difícil firmar como un adulto. Una vez suspendí plástica y trabajos manuales y el ejercicio de recuperación fue falsificar las notas y la firma de mis padres".

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