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SEMANA DE LA MODA DE PARÍS

Karl Lagerfeld reinventa la alta costura de la mano de Chanel

El Kaiser de la moda ha vuelto a reinterpretar el sello de la firma Chanel en Paris. Una estética minimalista y más urbana que ha reflejado en detalles como los zapatos planos.

La alta costura Chanel del modisto Karl Lagerfeld para la primavera-verano 2011, toda de plata y rosa, blanco, celeste y gris perla, a menudo transparente y etérea, casi siempre bordada, fue hoy celebrada por un invitado muy especial, el director español Pedro Almodóvar. El realizador de "Todo sobre mi madre", en fase de postproducción de "La piel que habito", su nuevo filme, se tomó unos días para nutrirse de la moda más exquisita que se practica en el mundo, como la presentada hoy por Chanel ante el telón de fondo plateado de una puerta de templo, pagoda o palacio chino. La acción transcurrió en el Pabellón Cambon, a pocos metros del histórico cuartel general de la firma, muy cerca de la Plaza de la Concordia.

Allí, Almodóvar gozó con las últimas creaciones del célebre modisto alemán, tras haber disfrutado ayer de las del italiano Armani y las del gibraltareño John Galliano para Christian Dior. De acuerdo con la decoración del lugar y con el estilo palpitante en muchos modelos, tanto la clientela como la inspiración asiática recibieron un tratamiento prioritario. Lo confirmaron a Efe fuentes de la casa, y en realidad toda la colección, pensada para afrontar con suma elegancia cualquier ocasión del día y de la noche en la vida de una mujer que, si quiere estar muy, muy Chanel, prolongará el eyeliner de sus ojos marcadamente hacia las sienes.

Completará su atuendo con blusas-túnica, cortas o largas, de corte trapecio, transparentes o bordadas, con delicados ribetes en las mangas, los bajos y el cuello; combinadas con minifaldas bombacho sobre pantalones muy ajustados abotonados en los tobillos, o sobre vaporosas faldas largas a juego, transparentes, bordadas, o en seda terminada sin costuras. Lazos y efectos de cintas colocadas en las caderas, la cintura, el cuello o las mangas, bordadas también a veces de lentejuelas o pedrería, a juego con los pantalones, y otras partes del conjunto, fueron una gran constante Chanel para el verano próximo.

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