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REPASAMOS LAS ESTAMPAS MÁS CODICIADAS

El intercambio de cromos sobrevive entre la nostalgia y las nuevas modas

Hay que remontarse muy atrás en el calendario para encontrar su origen. Las colecciones de cromos son un juego de niños, y no tan niños, que no pasa de moda. Incluso ahora sobreviven a pesar del empuje de los juegos electrónicos y las videoconsolas. Cuatro millones de españoles tratan estos días de completar su álbum. No es tarea fácil.

El rito de "lo tengo, no lo tengo, lo tengo, no lo tengo" ha cumplido casi un siglo y no ha cambiado mucho desde entonces. El intercambio de cromos sigue vigente entre las nuevas generaciones que han heredado de sus mayores la tradición.

Nicolas es uno de esos coleccionistas asiduos que lleva medio siglo pegando cromos. Para él, las mejores colecciones fueron las de las figuras troqueladas."Aquellos eran más bonitos, ahora todos son iguales", comenta el coleccionista.

Los cromos sirven también de hemeroteca, gracias a ellos podemos datar el bigote de Vicente Del Bosque y comprobar que, por errores de imprenta, algunos jugadores pertenecieron a dos equipos simultaneamente.

En cuanto al precio, hay estampas que llegan a venderse por 50 euros. En el caso del cromo de un tal Senna que nunca llegó a debutar en el Atlético de Madrid por causar baja, los coleccionistas han llegado a pagar hasta 1.200 euros.

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