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EN LIBRERÍAS EL 20 DE MARZO

Franck Thilliez vuelve a la novela negra con 'Atomka', un thriller que recuerda a Chernóbil

Franck Thilliez se ha convertido en un referente del thriller. Ahora, llega a las librerías con 'Atomka', una novela que le exigió una gran investigación y documentación en torno al átomo. Chernóbil o Fukushima le sirvieron para escribir sobre ello y conocer algo más sobre estas catástrofes nucleares.

Atomka, de Franck Thilliez

Un año y medio después de su última novela, Gataca, Franck Thilliez constuye una historia en torno al átomo y la catástofe de Chérnobil.

A pocos días de Navidad, un suceso de gran envergadura irrumpe en las vidas de Lucie Hennebelle y Franck Sharko, policías de la famosa sección criminal del número 36 del Quai des Orfèvres. Aparece el cadáver de Christophe Gamblin, periodista de sucesos, encerrado en el congelador de su casa y su compañera desaparece mientras llevaba a cabo una serie de entrevistas sobre un caso explosivo del que nadie conoce los detalles.

La única huella que parece haber dejado es su nombre garabateado en un papel que conserva un niño vagabundo y muy enfermo. Al mismo tiempo, un antiguo caso de mujeres secuestradas vuelve a salir a la superficie: víctimas arrojadas vivas pero inconscientes a lagos prácticamente congelados, y rescatadas in extremis gracias a varias llamadas anónimas a la policía.

Las señales de un asesino brutal obsesionado con la hipotermia arrastrarán a Lucie y a Sharko hacia la zona prohibida de un lugar aterrador y devastado. Mientras la investigación se acelera, Sharko se enfrenta a viejos demonios que le conducirán a un duelo secreto y cruel que le irá destruyendo.

Franck Thilliez, ingeniero de nuevas tecnologías y autor de varios libros, construye sus novelas con la precisión de un cirujano. Documenta sus tramas con exhaustividad de investigador u escribe sus páginas con la pasión de un lector veroz: "Veo thrillers, leo thrillers y vivo con thrillers!", reconoce.

Para escribir Atomka, comenzó a documentarse en enero de 2011. Entonces sólo conocía la catástrofe de Chérnobil a grandes rasgos: la explosión, la nube radiactiva en Europa o las consecuencias en la salud.

Ahora, más de veinte años después, sigue causando estragos en Ucrania y Bielorrusia. El cesio 137 multiplica los cánceres, las malformaciones cardíacas y los retrasos mentales.

Thilliez explica que mientras el espectro de Chernóbil se iba apoderando de él, llegó Fukushima, el 11 de marzo de 2011. "El accidente tuvo lugar mientras escribía el capítulo 7 de mi novela".

Explica que comprendió entonces que "a pesar del progreso, de la tecnología y de una seguridad a buen seguro mejor, el hombre sigue estando desarmado ante el átomo".

A partir de entonces, continuó con su novela, y decidió añadir algunas alusiones a Fukushima.

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