El cómic se atreve con los personajes históricos.

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NUEVAS TENDENCIAS EN BARCELONA

El cómic se atreve con Fidel

Las nuevas apuestas del género convierten en personajes de cómic a figuras tan dispares como Fidel Castro, James Joyce o el poeta granadino Federico García Lorca.

Para muchos puede ser sacrílego abordar mitos como Lorca o Joyce bajo el prisma del cómic, como antes se dijo del cine, pero las viñetas están demostrando ser un medio para acercarse a grandes personajes históricos, aunque aún estén vivos, como ocurre en el "Castro" del alemán Reinhard Kleist que se atreve con el comandante cubano Fidel Castro. El género ha desembarcado con fuerza en el salón del cómic de Barcelona, donde además de la obra de Kleist -dibujante que abordó, aunque en vertiente cómica, la vida del cantante Johnny Cash-, se han presentado numerosos títulos biográficos como "Dublinés" de Alfonso Zapico, sobre la figura de James Joyce, o "La huella de Lorca", de Juan Torres y Carlos Hernández. 


La idea de "Castro" (Norma) le surgió a Kleist tras un viaje a Cuba. Fue allí cuando vio que el líder revolucionario, a pesar de su decadencia política, tenía un carisma evidente para convertirse en personaje de cómic, aunque fuera a través de la mirada irónica y crítica de un reportero, que lo retrata desde el inicio de la revolución. Kleist apunta que Fidel Castro es un "personaje extremo", un "macho alfa" cuyo magnetismo se mantiene, sobre todo en los entornos rurales de la isla, pero que es difícil abordar, ya que el personaje se ha comido a la persona después de más de 50 años en el poder. "Si no puedes empatizar con él, al menos este libro, me han dicho algunos lectores, te permite conocerlo un poco, entenderlo", afirma el autor, que ha contado con el apoyo del periodista Volker Skierka, biógrafo del militar cubano. Sintetizar 80 años de una vida en cómic es complicado, afirma el autor -que ahora trabaja en la historia real de un boxeador alemán que pasó por los campos nazis-, pero remarca que si la documentación es buena, el lector tiene una sensación de realidad palpable, las viñetas parecen "transmitir más verdad".
Para el asturiano Alfonso Zapico, autor de "Dublinés", los cómics no "desacralizan" los personajes con los que se enfrentan, sino que sirven de "atajo" para interesarse por ellos, una virtud si delante tenemos a James Joyce, protagonista de su libro y escritor con fama de "críptico" y "difícil".

"La huella de Lorca", del dúo Juan Torres (dibujante) y Carlos Hernández (guionista), es una "biografía de ficción" que huye de los tópicos asociados al poeta granadino, pero que tiene como base doce anécdotas reales para construir el relato como un viaje de la compañía de teatro La Barraca. Hernández, que se inicia en el mundo del cómic con esta obra -Torres lo hace en el de las biografías-, trabajó el guión durante un año leyendo las biografías más destacadas sobre Lorca, entre ellas la de Ian Gibson.

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