Damas y caballeros: ha muerto un payaso. Pero nunca un cortejo fúnebre fue tan divertido, tan espectacular y tan entrañable como el de este 'Corteo' del Circo del Sol, que arranca así, con el funeral de un clown y el recuerdo de todo lo que vivió, todos los paises que conoció, todos los escenarios que pisó.
Y entre esos escenarios se encuentra el de Madrid, donde recala estos días el espectáculo. A dos días del estreno la carpa central es un ir y venir de artistas ensayando sus números. Es pura poesía convertida en acrobacias aéreas, en el prodigio de malabaristas y saltimbanquis o en las payasadas de unos payasos cuya función no es solo hacer reir.
Daniele Finzi, director del espectáculo, reclama el sentimiento de la conmoción, un sentimiento que se consigue a veces haciendo reír y en otras ocasiones haciendo llorar. Y de esta manera el Circo del Sol hace realidad el "más difícil todavía" que no es otra cosa más que lograr que el público que cada noche acuda a su carpa salga de ella emocionado.