Ecce Homo de Borja

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RECONOCE NO SER "UNA GRAN PINTORA"

Cecilia: "Cuando miro el Ecce Homo hay momentos en que me dice algo"

Cecilia reconoce no ser "una gran pintora" pero asegura que ahora su vecinos la animan para dejar el Ecce Homo tal y como está. Y ella misma afirma que cuando lo mira "hay momentos en los que me dice algo".

Cecilia Giménez, que saltó a la fama mundial como autora de la fallida restauración del Ecce Homo de Borja (Zaragoza), ha revelado que cuando mira la icónica imagen que creó "me dice algo".

Giménez ha hecho esta manifestación a los medios de comunicación antes de participar en un debate público celebrado en un hotel de Zaragoza que ha congregado a cientos de personas y de curiosos a las puertas del establecimiento antes del inicio del acto. La anciana ha relatado que antes de llevar a cabo la polémica restauración ya había actuado "muchísimas veces" con sus pinceles sobre la pintura para evitar su deterioro.

En la última ocasión, el mal estado del muro debido a la presencia de salitre impidió que la pintura quedara fijada sobre la pared por lo que optó por cubrirla con una capa más espesa para actuar más tarde sobre la imagen. No le dio tiempo ya que la revelación de la noticia en una página web del municipio y su salto escalonado a la prensa regional, nacional e internacional convirtieron a la imagen, con el empuje de las redes sociales, en un icono pictórico con personalidad propia. Según ha explicado Cecilia, "al principio estuve muy malica; se me vino todo encima; veía las cámaras y me asustaba, y eso hizo que perdiera 6 kilogramos de peso y que no parara de llorar".

La anciana asegura que ahora sus convecinos le insisten en la necesidad de conservar la imagen, de "dejarla como está". Admite, además, que cuando vuelve a mirar su creación, superada ya la ansiedad que le sobrevino con la difusión internacional de la noticia, "hay momentos en que me dice algo" a pesar de no estar terminada su "restauración". A pesar de la fama, Cecilia, asegura que no piensa cambiar su vida junto a su hijo, en la casa que habita en Borja, a donde han llegado miles de cartas de todo el mundo. "No soy una gran pintora -ha añadido- ni es mi profesión, es ser ama de casa, pero me gusta mucho pintar".

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